Donald Trump fue acusado el martes de delitos penales por tercera vez en cuatro meses -en esta oportunidad derivados de los esfuerzos para anular su derrota en las elecciones de 2020- mientras hace campaña para recuperar la presidencia el próximo año.
Los cargos se derivan de la investigación del fiscal especial Jack Smith sobre las acusaciones de que Trump -el favorito para la nominación presidencial republicana de 2024- trató de revertir la derrota ante su rival demócrata Joe Biden.
Minutos antes de conocerse la acusación, Trump publicó en su plataforma de redes sociales Truth que había oído que iba a ser acusado.
“He oído que el trastornado Jack Smith, para interferir en las elecciones presidenciales de 2024, presentará otra acusación falsa contra su presidente favorito”, escribió.
Funcionarios han testificado que Trump los presionó basándose en falsas afirmaciones de fraude electoral generalizado. Sus simpatizantes atacaron el Capitolio el 6 de enero de 2021, en un intento de impedir que el Congreso certificara la victoria de Biden.
El 18 de julio, Trump dijo que había recibido una carta de Smith en la que le comunicaba que era objeto de la investigación del gran jurado por lo ocurrido el 6 de enero en Washington.
Trump, que ya se había convertido en el primer expresidente estadunidense que enfrentaba cargos penales, ha tratado de presentar las acusaciones como parte de una caza de brujas con motivaciones políticas.
Se trata de la segunda ronda de acusaciones federales de Smith, que fue nombrado fiscal especial en noviembre por el fiscal general Merrick Garland.
Trump se declaró inocente después de que un gran jurado federal en Miami convocado por el fiscal especial presentara en junio 37 cargos por su retención ilegal de documentos gubernamentales clasificados después de dejar el cargo en 2021 y obstrucción a la justicia.
Los fiscales le acusaron de poner en peligro algunos de los secretos de seguridad nacional más sensibles de Estados Unidos.
El jueves, los fiscales añadieron tres cargos penales más contra Trump, elevando el total a 40, acusándolo de ordenar a empleados que borraran videos de seguridad mientras era investigado por retener los documentos.
Los primeros cargos presentados contra Trump surgieron en marzo, cuando un gran jurado convocado por el fiscal del distrito de Manhattan lo acusó.
En abril, Trump se declaró inocente de 34 cargos de delitos graves de falsificar registros comerciales relativos a un pago a la actriz porno Stormy Daniels para comprar su silencio antes de las elecciones de 2016 sobre un encuentro sexual que dijo haber tenido con él. El multimillonario ha negado el encuentro.
Trump, de 77 años, lidera el grupo de aspirantes presidenciales republicanos en su búsqueda de una revancha con Biden, de 80 años. El mandatario demócrata lanzó en abril su campaña de reelección.
Trump, que fue presidente de 2017 a 2021, ha demostrado una capacidad para sobrevivir a problemas legales, controversias políticas y comportamientos personales que podrían hundir a otros políticos.
Muchos republicanos -funcionarios electos y votantes- se han unido detrás de Trump, retratando los cargos en su contra como una acusación selectiva y un complot demócrata para destruirlo políticamente.
Los analistas dicen que, si bien las acusaciones podrían ayudar a Trump a consolidar el apoyo dentro de sus bases y ganar la nominación republicana, su capacidad para sacar provecho de ellas puede ser más limitada en las elecciones generales del próximo año, cuando tendrá que ganarse a los republicanos moderados más escépticos y a los independientes.
Fuente: Reuters