El ex presidente derechista Mauricio Macri fue acusado este día por el fiscal federal Ramiro González por un supuesto ocultamiento malicioso de buena parte de su patrimonio en la declaración jurada que presentó al asumir la presidencia, mediante una maniobra de lavado de activos que le permitió llevarse más de 570 mil dólares, entre 2017 y 2020, lo que es considerado en el Código Penal como “enriquecimiento ilícito”, por lo cual fue denunciado ante la justicia por la Oficina Anticorrupción (OA).
La OA lo acusó de realizar movimientos de acciones entre sociedades ficticias, mencionando socios que tampoco existían para aparentar legalidad en lo que era una maniobra de lavado de activos con la compra de acciones con “dinero espurio” de acuerdo a la denuncia elaborada en base a un informe de la Inspección General de Justicia (IGJ), donde se alertaba sobre esos delitos cometidos por el ex mandatario.
En abril pasado, la IGJ pidió la nulidad del Fideicomiso Ciego de Administración creado por Macri para supuestamente “transparentar” el manejo de su patrimonio, después de que apareció vinculado a varias cuentas offshore en el escándalo de los Papeles de Panamá, que se conoció en 2016, a pocos meses de asumir el gobierno. La investigación sobre esta situación, que configuraba graves delitos, fue dilatándose en los laberintos judiciales, donde se conformaría la llamada Mesa Judicial que puso a varios jueces a trabajar para encubrir sus acciones y perseguir a la oposición.
A la denuncia de la OA, cuyo titular es el reconocido ex fiscal Félix Crous, continuó el pedido de presentación de las primeras pruebas sobre las maniobras que incluían movimientos accionarios en que están involucradas las sociedades Agropecuaria del Guayquiraró (Agro G S.A), Latin Bio y hasta el Fideicomiso Ciego de Administración.
El fiscal González solicitó a la IGJ copias de documentos relativos a la firma Agro, y pidió a la OA la declaración jurada patrimonial de Macri correspondiente a 2015-2016.
En la denuncia se señala que Macri mintió cuando declaró poseer 14 por ciento de las acciones de Agro, cuando en realidad tenía 20 por ciento, y omitió que adquirió la titularidad de “más de cinco millones de acciones preferidas de la firma, hecho que quedó en evidencia cuando, sin haber declarado previamente su titularidad, las transfirió al fideicomiso ciego” .
Todo ésto quedó omitido “maliciosamente” en su declaración jurada con lo cual el ex presidente “se alzó” con más 570 mil dólares “resultando el único socio de Agro G S.A. que retiró dividendos en los últimos 10 años, mientras el resto de los accionistas consentían dicha situación.
Además, se informó que, entre quienes conformaron el directorio de Latin Bio S.A, se encuentran el ex secretario de Legal y Técnica de la presidencia de Macri, Pablo Clusellas; y Alejandro Jaime Braun Peña y Luz Braun Peña, primos segundos del ex jefe de gabinete Marcos Peña, según se denunció.
MacrÍ, junto a su esposa Juliana Awada y su hija partió ayer hacia España, donde presentará su libro Primer Tiempo, que relata su polémica gestión -con autoelogios- y que no logró aquí la repercusión esperada, mientras que su alianza Juntos por el Cambio atraviesa un momento difícil, donde los debates son muy duros y sus intentos de imponer candidatos en relación a las próximas elecciones legislativas complican más la interna.
Además hay suficiente revuelo en la Unión Cívica Radical (UCR), el centenario partido político que fue perdiendo su identidad a pesar que es el único en la alianza derechista con presencia a nivel nacional. Sus nuevos dirigentes poco o nada tienen que ver con el líder más importante que tuvo la UCR, como fue el ex presidente Raúl Alfonsín (1983-1989), el primero que asumió por elecciones dando final a la más cruenta dictadura militar.
Macri se ha unido al grupo de ex presidentes derechistas como el español José María Aznar o el colombiano Álvaro Uribe, que conforman entre otros, una serie de fundaciones, que tienen sus centrales en Washignton y sus relaciones con la derecha española viene desde hace tiempo.
De España se irá a Zurich, Suiza, donde está la sede de la Fundación FIFA, de la que es titular desde enero de 2020, ayudado por su amigo y titular de la FIFA, Gianni Infantino, investigado también por corrupción.
Fuente: La Jornada