El PAN y el PRI impugnaron los resultados finales de los comicios del pasado domingo 7 en el municipio de Coyame.
Al concluir el conteo oficial de los votos, luego de la apertura de los paquetes electorales, la elección de alcalde en esa localidad quedó empatada con 666 sufragios para cada uno de los candidatos: Roberto Cervantes Ortega, del PAN, y Sergio Álvarez Nieto, del PRI, PT, PVEM y Nueva Alianza.
El resultado preliminar en Coyame había favorecido al candidato panista con dos votos más que su rival, lo que por ley obligó a abrir los cinco paquetes electorales de ese municipio, y en el nuevo conteo se registró un empate.
De acuerdo con Acción Nacional, una de las papeletas tenía borrado el voto para el PRI porque finalmente el elector decidió dárselo al PAN, y es esa la marca que se observa con mayor claridad.
De acuerdo con el representante legal del PAN, Jesús Limón Alonso, el Instituto Estatal Electoral determinó que en la elección del domingo 7 se usaran lápices con borrador, porque lo que importa, dijo, es la voluntad del votante. Tomando en cuenta ese dato, añadió, los representantes de casilla contabilizaron para el PAN el voto marcado.
No obstante, en el recuento la Asamblea Municipal Electoral de Coyame anuló dicho voto, por lo que ahora será el Tribunal Estatal Electoral quien decida al ganador de la contienda en Coyame, también impugnada por el PRI.
Acción Nacional tampoco quedó a gusto con los resultados en el municipio de Guerrero debido a que, aseguró, funcionarios públicos participaron como representantes en las casillas.
Según Limón Alonso, “en tres casillas detectamos errores aritméticos. En una hay una diferencia de cien votos, y evidentemente no fue por ignorancia, y en otras dos casillas hay diferencia de 12 y de nueve votos, respectivamente, todos a favor del PRI”.
El candidato del PRI, Efraín Hernández, obtuvo 7 mil 723 votos (48.76%) contra 7 mil 205 45.49% de Francisco Ponce de León, del PAN, quien denunció que su contrincante fue apoyado por los gobiernos estatal y municipal con el reparto de efectivo, cervezas, gasolina y despensas durante el proceso electoral, por lo que la elección debe ser anulada.
En el municipio de Aldama el PAN también impugnó la elección de alcalde, porque presuntamente participaron funcionarios públicos como directivos de casilla, y documentó casos de coacción del voto a través de la policía municipal.
Jesús Limón explicó que agentes municipales intimidaron o entretuvieron a los representantes panistas de casilla para que llegaran tarde o no se presentaran, y es ese el motivo principal por el que buscan la nulidad de la elección.
En el municipio de Satevó, donde el Programa de Resultados Electorales Preliminares (PREP) dio el triunfo al candidato panista, Mario Álvarez Tarango, quien obtuvo mil 434 votos (49.64) contra mil 413 (48.91) del priista Raúl Cano Ochoa, el Revolucionario Institucional impugnó la elección porque, dijo, hubo confusión en los votantes, debido a que Cano Ochoa contendió como candidato común con otros partidos.
El PRI pelea los 42 votos nulos donde los electores cruzaron varios recuadros correspondientes a los partidos por los que contendió Cano Ochoa.
Fuente: Apro