Impacta en Cannes Christopher Nolan y la restaurada 2001: Odisea del espacio

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Presenta en el festival su restauración de 2001: Odisea del espacio, de Stanley Kubrick. El director confiesa que no estudió cine porque ninguna escuela lo aceptó, aprendió haciéndolo. Trabaja con su familia porque si me dicen que me estoy equivocando, sé que lo hacen por mi bien

Por Daniela Creamer/ Especial para La Jornada

Cannes. Horas de filas, empujones, pisoteadas y gritos histéricos. Aun así, centenares de apasionados se quedaron afuera de la sala Buñuel del Palais du Cinema, donde ayer Christopher Nolan impartió su clase magistral. El aclamado director británico, de 47 anos, fue recibido con una ovación de pie por una sala abarrotada en su primera visita a Cannes. Nolan, realizador de Memento (2000), Inception (2010), Interstellar (2014), la trilogía de The Dark Knight Dunkerque, habló durante dos horas de la necesidad del celuloide, expresó su fascinación por el séptimo arte y sobre todo por el cine de Stanley Kubrick. Su más reciente proyecto: la restauración del extraordinario 2001: Odisea en el espacio, de Kubrick, se proyectara hoy fuera de competición para conmemorar su 50 aniversario. Entre los espectadores estuvieron Denis Villeneuve, Dany Boon y la propia hija de Kubrick, Katharina.

“Uno de mis primeros recuerdos fue cuando tenía apenas siete años y mi padre me llevo a ver 2001: Odisea del espacio en una sala de Leicester Square en Londres. Me sentí en un viaje increíble y descubrí que el cine no tiene límites. Kubrick reinventó sus propias reglas y abrió una ventana de posibilidades a los nuevos cineastas. Mi objetivo es lograr que alguien sienta frente a una película mía lo mismo que yo sentí entonces”.

La oportunidad de recrear esta película con todo su esplendor analógico a partir del negativo original es un honor y un privilegio para mí. Se trata de una recreación fotoquímica fiel, sin retoques numéricos, efectos remasterizados o modificación de montaje. Restaurar no significa digitalizar. Lo que he tratado de hacer es reproducir de la forma más impecable posible tanto la imagen como el sonido original de 1968, pero conservando la película original, siguió.

Su pasión por el cine comenzó desde pequeño. Nunca cursó cine. “Para ser claros –confesó, sonriendo– no es que no quisiera, es que no me aceptaron. Pero me gradué de literatura inglesa, ya que mi padre me pidió que tomara una verdadera carrera y que luego ‘eventualmente’ hiciera cine. Pero la verdad, esto me ha ayudado a la hora de escribir las historias y entenderlas desde dentro”.

Así que Nolan aprendió cine haciéndolo, como Stanley Kubrick le enseñó: hacer es el mejor modo para aprender.

Sobre sus inicios en el cine dijo comenza “muy joven, entre amigos y con poco dinero. Nuestro primer filme, Following, lo rodamos los sábados porque el resto de la semana trabajábamos y cada uno de nosotros debía saber hacer de todo, pues no estábamos seguros de quiénes podrían estar en el set el siguiente fin de semana”.

Nolan fue el primer cineasta en aplicar la técnica de la proyección Imax al cine de Hollywood. “La primera experiencia con el Imax la tuve de pequeño en los museos, donde proyectaban documentales de 40 minutos en este formato (…) y pensé que ese debía ser el futuro del cine, que sería maravilloso si lograba unir el cine de los grandes estudios con este instrumento espectacular. Cuando comencé la trilogía de Batman, supe que estaban tratando de transferir algunos filmes de Hollywood para mostrarlos en este formato y les fui al encuentro. Con The Darknight utilizamos un tipo de cámara jamás usada antes para el personaje del Joker. Era un proceso complejo, pero el resultado fue excepcional. Con los años desarrollamos lentes más veloces y con Dunkerque logramos realizar todo el filme en 70mm Imax. Fue la culminación de un sueño iniciado a los 16 años”, admitió.

La encargada de producir los filmes de Nolan es su esposa, Emma Thomas, y coescribe los guiones con su hermano. Me gusta mucho trabajar con mi familia y mis amigos cercanos. Emma ha producido todo lo que he hecho y es maravilloso poder trabajar con aquellas personas tan próximas en tu vida, porque no tienen más interés que ayudarte y que tu trabajo sea el mejor. Si me dicen que me estoy equivocando, sé que lo hacen por mi bien, sostuvo.

Además, aseguró, que todo es un proceso complicado porque él, como Francois Truffaut, rehace todas sus películas tres veces: en el guión, en el rodaje y en el montaje.

Sobre Bruce Wayne dijo que otros filmes no habían logrado esclarecer en el personaje el aspecto de la dimensión noir. “Este es el género en el que me siento más a gusto, donde los personajes son juzgados por sus acciones y no por sus palabras. Batman es un súper héroe, pero no tiene súper poderes, sino riqueza económica. Lo definen sentimientos como el miedo y la culpa, típicos del thriller. En este sentido es mucho más humano y es lo que me ha permitido tener un acercamiento diverso al personaje. Además, elegimos con la trilogía hacer tres filmes diversos en su género y con tres ‘malvados’ diferentes que impregnarían de un tono desigual la atmósfera. Con el primero tenemos un mentor que se convierte en el adversario perfecto. El segundo es un filme de corte policiaco, con el Joker, agente del caos. En el tercer capítulo, estamos frente a un cuento épico, casi mitológico”. Christoper Nolan tendra hoy en Cannes otro baño de gloria.

Fuente: La Jornada

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