Al menos 950 partidarios del grupo Estado Islámico lograron escapar durante la ofensiva contra los kurdos
Las fuerzas turcas avanzaron el domingo sobre una crucial localidad controlada por kurdos en el norte de Siria, desencadenando combates que permitieron escapar a cientos de partidarios del grupo extremista Estado Islámico, que estaban retenidos en un campo para desplazados cerca de una base de la coalición que lidera Estados Unidos.
El campamento en Ain Eissa, unos 35 kilómetros (20 millas) al sur de la frontera, alojaba a unas 12 mil personas, incluidas mil esposas y viudas de combatientes del grupo EI y sus hijos.
El gobierno de liderazgo kurdo en el norte de Siria indicó que 950 partidarios del grupo EI habían escapado tras atacar a los guardas y asaltar las puertas. En un primer momento no fue posible confirmar esa cifra.
Un funcionario kurdo dijo que la bandera del Estado Islámico, también conocido como ISIS, se había levantado en el campo entre el campamento en la ciudad kurda de Ain Issa y la frontera turca, otra indicación de cómo las autoridades kurdas están perdiendo control de una región que habían liberado de los extremistas hace solo unos meses.
“Estamos enfrentando ataques muy feroces y nos vemos obligados a disminuir el número de guardias”, dijo el funcionario, Ciya Kurd, de la autoridad regional liderada por los kurdos, quien confirmó la ruptura del campo de desplazados después de los ataques turcos.
En una señal de que Estados Unidos está cada vez más preocupado por la escalada del conflicto, el secretario de defensa estadounidense, Mark Esper, dijo a “Face the Nation” de CBS en una entrevista que se transmitirá este domingo que Estados Unidos evacuará a unos mil soldados estadounidenses del norte de Siria en una “retirada deliberada”.
Esper dijo que Estados Unidos se encontró “probablemente atrapado entre dos ejércitos que avanzan en oposición” en el norte de Siria y calificó la escalada del conflicto en la región como “una situación muy terrible”.
Dijo que Estados Unidos había aprendido que Turquía probablemente expandiría su incursión “más al sur de lo planeado originalmente y al oeste” en Siria.
La decisión inicial del presidente Trump de retirar las tropas estadounidenses que protegen a los aliados kurdos en el norte de Siria podría resultar en el resurgimiento del grupo y tener consecuencias devastadoras para los kurdos, que perdieron miles de combatientes en la batalla contra los extremistas.
Los ataques aéreos de Turquía golpearon a Ain Issa, a unas 20 millas al sur de la frontera turco-siria, causando pánico y disturbios en el campamento que albergó a casi 13 mil personas desplazadas, de las cuales menos del 10 por ciento eran familiares de combatientes del Estado Islámico.
Las autoridades kurdas habían advertido repetidamente que, mientras se enfrentaban a la invasión turca, no tendrían los recursos para asegurar las cárceles y los campamentos que contienen combatientes del ISIS y sus familiares.
Fuente: AP/ NYT