En un nuevo respaldo a la investigación de la Comisión para la Verdad y el Acceso a la Justicia para el caso Ayotzinapa (Covaj), el presidente Andrés Manuel López Obrador expresó su confianza en el trabajo del presidente de esa instancia, el subsecretario de Derechos Humanos, Alejandro Encinas; asimismo, consideró que “hubo una especie de rebelión” al interior de la Fiscalía General de la República (FGR) debido a que se trata de enfrentar la impunidad.
“Le tenemos toda la confianza a Alejandro Encinas, es un hombre íntegro, recto, incapaz de falsear información, y se tienen todos los elementos para sostener la investigación”, apuntó en la mañanera de este martes al ser interrogado sobre las declaraciones de los cuatro miembros del Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI), que confirmaron que una parte de la investigación, el paquete de capturas de pantalla de conversaciones de WhatsApp sobre los hechos, es “inconsistente” y “no fiable”, aunque por otro lado confirmaron que el resto de las pruebas contra los acusados “son firmes”.
Al respecto, el mandatario federal sostuvo que pese a la poca fiabilidad de esas capturas de pantalla, las autoridades correspondientes seguirán haciendo averiguaciones a fin de consolidar y fortalecer la investigación. “Se va a hacer justicia”, se comprometió para el caso de los 43 estudiantes desaparecidos de manera forzada entre la noche del 26 y la madrugada del 27 de septiembre de 2014 en Iguala, Guerrero.
“Pensaban que no íbamos a actuar y que se iba a ir pasando el tiempo, entonces les sorprendió la decisión que se tomó de hacer detenciones, sobre todo al (ex) procurador (Jesús) Murillo Karam y a militares, porque no tenían esa intención. Cuando se toma la decisión que no va a haber impunidad para nadie y se actúa, pues se les descuadran sus cálculos, pero existen todas las pruebas y se van a seguir reforzando, por eso hubo una especie de rebelión al interior de la Fiscalía, porque no esperaban que se actuara como se hizo, pero tenemos un informe de la comisión (Covaj) y hay todos los elementos para actuar y no se cierra el expediente, se va a seguir investigando”.
El presidente cuestionó a las voces que dan más relevancia a las fallas en los trabajos que a los avances, incluidos medios de comunicación y articulistas. “En vez de ayudar a que todos sepamos lo que sucedió a los jóvenes de Ayotzinapa, lo que buscan es que no se sepan las cosas o que quede la sospecha y son capaces de eso y de más”.
—¿Pudo haber precipitaciones en el trabajo de la Covaj, el GIEI afirma es que los mensajes (en los pantallazos) contienen elementos que no existían en aplicación al momento que fueron generados, que se hablaría de una fabricación, que se allegó de elementos que no tienen confiabilidad? -se le preguntó.
—No, son elementos sólidos y hay pruebas suficientes, hay más de una prueba en cada caso (más que los pantallazos). Es otro tipo de cosas. En el fondo es el deseo ferviente del conservadurismo de que no cumplamos con el compromiso que tenemos con los padres de Ayotzinapa, como en muchas otras situaciones, casos que apuestan a que nos vaya mal, siempre es así -respondió el jefe del Ejecutivo.
Destacó el trabajo del GIEI, pues ha ayudado mucho, sobre todo porque fueron esos expertos los que demostraron que en el régimen pasado, durante la gestión de Enrique Peña Nieto, Murillo Karam y el ex titular de la Agencia de Investigación Criminal, Tomás Zerón de Lucio –prófugo de la justicia que se encuentra en Israel en un intento por evitar una posible extradición—, que se había fabricado, con base en torturas y otros elementos, la llamada verdad histórica, que concluía que a los 43 normalistas desaparecidos los incineraron en el basurero de Cocula, Guerrero.
“Gracias a ellos (Al GIEI) se demostró de que habían fabricado estos delitos con tortura, y por consigna de algunas autoridades, fue muy buena aportación, y sigue siendo muy buenas sus aportaciones, tan es así que por eso se quedan dos y se van dos, y vamos a seguir tomando en cuenta sus criterios y los puntos de vista de todos”.
López Obrador comentó que los miembros del GIEI ayer informaron que el grupo se dividirá. “Dos se retiraron (Claudia Paz y Francisco Cox) y dos se quedan (Ángela Buitrago y Carlos Beristain), porque así es esto, es un asunto complejo. Había una especie de pacto de silencio y mucho encubrimiento, porque no sólo se cometió esta atrocidad, sino tomaron la decisión de inventar los hechos, la llamada verdad histórica.Además constantemente hacemos un llamado a quien tenga información y la quiera aportar para esclarecer estos hechos lamentables, que nos ayude, porque no hay impunidad para nadie”.
Llamó a anteponer el interés de las madres y los padres de los jóvenes. “Hay que ver lo que ellos piensan, siempre les vamos a tener muchas consideraciones, los vamos a respetar y entendemos su situación tan delicada, tan triste. Lo que no aceptamos es que estos asuntos tan lamentables sean utilizados por zopilotes, por nuestros adversarios conservadores y la prensa que está a su servicio”.
Fuente: La Jornada