Los fieles ortodoxos de todos los rincones de Rusia y de varios países del mundo celebran este 7 de enero la Navidad, una de las fiestas más importantes del calendario religioso.
La Navidad en Rusia se celebra el 7 de enero, ya que la Iglesia Ortodoxa sigue rigiéndose según el antiguo calendario Juliano, establecido en el año 46 a. C. por Julio César y basado en el movimiento del Sol para medir el tiempo. Este calendario tiene un retraso de 13 días respecto al gregoriano.
Durante todo el día 6 de enero los creyentes permanecen sin comer: es el punto final al ayuno de 40 días que precede a la Navidad. El 6 de enero, tanto por la mañana como por la noche, se asiste a misas solemnes. El ayuno termina después del anochecer con la aparición de la primera estrella en el cielo, que simboliza la estrella sobre Belén en el momento del nacimiento de Jesús. Según el Evangelio, al verla los reyes magos de Oriente fueron a adorar al niño Jesús y le llevaron sus regalos.
Una de las principales reliquias de la fe cristiana, los regalos de los magos, el oro, el incienso y la mirra, que permanecen en el monasterio de San Pablo en el monte Athos en Grecia, este año por primera vez han abandonado el país heleno y han llegado a Rusia para la Navidad. El patriarca ruso, Kiril, los mostrará durante la misa festiva de hoy en la Catedral del Cristo Salvador en Moscú.
Después de acudir al servicio de la noche –el más importante de la jornada– los fieles realizan una cena festiva. La mesa de Navidad debe ser muy abundante. El plato central es el ‘sochivo’, una mezcla de granos de trigo, amapola, nueces y miel.
Debido a la campaña ateísta en la URSS, en los tiempos soviéticos la Navidad y otros festejos religiosos se celebraban de manera clandestina. La mayoría de las costumbres navideñas se trasladaron a la Nochevieja, que se convirtió en el festejo más celebrado de todo el año. La Navidad no volvió a declararse como día festivo a nivel nacional hasta el año 1991.
Sin embargo, a día de hoy el aspecto religioso de la fiesta sigue siendo ignorado por una gran parte de la población. Los ortodoxos aprovechan la jornada para participar en actos callejeros, como conciertos al aire libre, juegos deportivos o simulaciones de tradiciones antiguas como, por ejemplo, los ‘koliadkis’: felicitaciones cómicas que la gente canta vestida con trajes de carnaval.
Fuente: Actualidad TR