Allan Lichtman, el profesor de la American University que lleva 32 años pronosticando correctamente el resultado de todas las elecciones presidenciales americanas, da como ganador al candidato republicano
Por Irene Hernández Velasco/ El Mundo
Nadie sabe lo que ocurrirá mañana, nadie se atreve a pronosticar a ciencia cierta si Hillary Clinton se proclamara la 45ª presidenta de Estados Unidos o si será Donald Trump quien lo haga, las encuestas muestran un resultado tan ajustado que nadie es capaz de poner la mano en el fuego por ninguno de los dos candidatos. Pero si hay alguien que pueda hacerlo, si hay alguien preparado para prever lo que ocurrirá, ese es Allan Lichtman.
Este reputado historiador, licenciado en Harvard, especializado en Historia Moderna de Estados Unidos y profesor en la American University de Washington, lleva 32 años vaticinando el resultado de todas y cada una de las elecciones presidenciales que en ese tiempo se han celebrado en el país de las barras y las estrellas. Ha acertado siempre, no se ha equivocado jamás. Y su pronóstico es que el ganador mañana martes será… Donald Trump.
“Aplicando el método que he desarrollado, eso es lo que por desgracia creo que sucederá. Pero Trump es un candidato tan atípico, un personaje tan sin precedentes, que a pesar de tener la historia a su favor podría romper todos los esquemas y perder unas elecciones que sobre el papel tiene ganadas”, asegura Lichtman en una entrevista a EL MUNDO.
Lichtman, de 69 años, ha analizado con lupa todo los comicios presidenciales que se han celebrado en Estados Unidos desde 1860, y eso le ha permitido desarrollar un sistema científico/matemático para predecir en cada elección quién va a ser el ganador. Su sistema no se basa en sondeos ni en datos demográficos ni en opiniones personales. Consiste en 13 preguntas que se pueden responder de manera objetiva con un simple sí o no, un verdadero o falso, y se fundamenta en la convicción de que las elecciones son un examen en el que lo que se valora fundamentalmente es cómo ha sido la gestión del partido que ha estado los últimos cuatro años en la Casa Blanca.
Las preguntas del método Lichtman son del tipo: “¿El partido actualmente en la Casa Blanca ha ganado escaños en el Congreso en las elecciones de mitad de legislatura?”; “¿el actual presidente es también el candidato de sus partido a la Casa Blanca?”; “¿hay un tercer partido o un candidato independiente que tenga una presencia significativa?”; “durante la campaña electoral, ¿se encuentra la economía en recesión?”; “¿el crecimiento económico en la última legislatura ha sido igual o superior al registrado en las dos anteriores?”; “¿ha habido escándalos graves?”; “¿ha habido derrotas militares o fracasos en la política exterior?”; “¿se han llevado a cabo durante la legislatura reformas importantes?”… Y así hasta 13 cuestiones.
El partido que ha estado los últimos cuatro años en la Casa Blanca, en este caso el Partido Demócrata, se anota un punto con cada pregunta que se responda con un “verdadero” o un “sí”. Y al revés. Si en al menos seis preguntas la respuesta que obtiene es un “no” o un “falso”, significa que perderá las elecciones y que el ganador será el contrincante del otro partido, en este caso el republicano. Y a Lichtman le sale exactamente eso. “Trump va a ganar las elecciones”, sentencia. “Pero dado que estamos ante los comicios más disputados desde 1984 y que Trump es un candidato absolutamente no convencional, un aspirante a la Casa Blanca que no se parece en nada a ninguno de sus predecesores, es posible que rompa los esquemas históricos que han estado marcando las elecciones americanas desde 1860 y que no salga elegido”.
Un candidato atípico
La atipicidad de Trump puede hacer saltar por los aires el patrón que ha marcado las elecciones americanas desde hace más de 150 años. “Nunca antes hemos visto un candidato tan descarada e impúdicamente mentiroso. Alguien que se ha pasado la vida enriqueciéndose a expensas de los demás, que no ha hecho nunca nada por los demás, que todo lo hace lo hace en su propio beneficio, incluso sus supuestas obras de caridad. Nunca hemos tenido un candidato que haya incitado a la violencia contra su oponente”, asegura Lichtman, dejando muy claro que no le importaría nada que por una vez su método fallara.
Pero si Donald Trump es todo eso: ¿cómo se explica entonces que muchos americanos vayan a votar por él mañana y que pueda incluso alzarse con la victoria? “Ha sido muy hábil a la hora de manejar los miedos de la gente, sobre todo el miedo a los inmigrantes, a los musulmanes… Y el miedo funciona. El miedo es un excelente motor para motivar a la gente”, sostiene este historiador. “Y también es alucinante que Trump haya mantenido su popularidad después de que saliera a la luz el vídeo con sus comentarios machistas y de que varias mujeres le hayan acusado públicamente de abusos sexuales. Él ni si quiera se ha avergonzado de ello, y ahí radica buena parte de su fuerza”.
Lo que Lichtman tiene claro es que gane quien gane el miércoles, el día después de las elecciones, EEUU amanecerá siendo un país profunda y extremadamente dividido. “Creo que vivimos uno de los momentos de mayor división de la historia de América. Sólo espero, por el bien de nuestro país, que seamos capaces de superarlo”.
Fuente: El Mundo.es