Herminio Blanco es el candidato de las potencias imperialistas, las empresas transnacionales, de rentistas financieros y de la mafia política de México para dirigir la OMC
Por Andrés Peñaloza
El PRI (Partido Revolucionario Institucional), del cual es militante el señor Herminio Blanco candidato finalista a dirigir la OMC (Organización Mundial de Comercio), es el partido que por 70 años gobernó ininterrumpidamente a México bajo un esquema de partido de estado. En 2000, bajo la alternancia política, concebida en la cúspide de la oligarquía mexicana y del gobierno estadounidense, se cedió el poder político al PAN (Partido Acción Nacional), tradicional partido de la derecha. En 2012, en un proceso electoral que escaló a un nivel de subasta la elección presidencial, se aseguró el retorno del PRI a la presidencia de la república.
El señor Herminio Blanco, es militante del núcleo hegemónico del PRI neoliberal que gobernó al país desde 1982 y que ahora retorna al poder. Su jefe político, el señor Carlos Salinas de Gortari, quien en 1995 tuviera que declinar su candidatura a la naciente OMC ocasionada por el desprestigio suscitado por los de crímenes políticos y las denuncias públicas de escandalosa corrupción registrados durante su administración. Añádase su responsabilidad en el estallido de la crisis mexicana, crisis de repercusión internacional conocida en su momento como efecto tequila.
En días pasados, en el marco de la 76º Convención Nacional Bancaria (realizada el 25 y 26 de abril en Acapulco, una de las ciudades más disputadas por bandas del narcotráfico, ubicada en el estado de Guerrero, epicentro de la resistencia magisterial y popular a las reformas estructurales del G20) los banqueros expresaron su amplio apoyo al Dr. Blanco en su aspiración a dirigir la OMC.
Una de esas muestras de apoyo es simbólica pues condensa el rostro del promotor arquetipo del “libre comercio”: político-empresario-banquero-apostador-coleccionista-comerciante-narcolavador (serie configurada ateniéndome a acusaciones que se han hecho públicas), como la del director general del Grupo Financiero Interacciones, Carlos Hank González, quién se manifestó orgulloso de que se sigan teniendo mexicanos en una posición importante como esa.
Se sabe que la principal carta credencial que muestra el señor Herminio Blanco para contender a la presidencia de la OMC es haber sido jefe negociador del TLCAN (el Tratado de Libre Comercio de América del Norte) y su principal propagador, como secretario de estado, replicando el texto del TLCAN, a manera de “machote”, es decir cambiando nombres de países y asuntos menores, con más de una treintena de países.
Cabe destacar que la expansión de TLC´s (y acuerdos de promoción y protección de inversiones –APPRI´s) en los años en que el señor Blanco era secretario de comercio, respondía a una estrategia opuesta a la universalidad del ámbito de la OMC y la UNCTAD. La orientación seguida por el gobierno mexicano se dirigía a socavar las negociaciones multilaterales y hacer avanzar, a manera de caballo de Troya, la agenda de las potencias occidentales y empresas transnacionales en materia de inversiones; servicios, particularmente financieros y telecomunicaciones; propiedad intelectual, compras gubernamentales, arbitrajes privados contra Estados, entre otros asuntos que aún hoy en día no alcanzan consenso internacional.
El tratamiento a las negociaciones comerciales bajo la conducción de Herminio Blanco se caracterizaron por garantizar todos los derechos y garantías posibles (incluyendo el riesgo a hipotéticas futuras ganancias) a los inversionistas privados, la inclusión de temas no abordados en la OMC, la anulación de tratamientos preferentes y diferenciados, el reconocimiento de asimetrías y la ausencia de contenido social, laboral y ambiental.
Su actividad profesional, además de funcionario público ha sido como empleado de empresas financieras y trasnacionales. Respecto a su formación académica destaca que ésta ha sido en escuelas privadas de pensamiento liberal y ultra-neoliberal (su doctorado en economía lo hizo en la Universidad de Chicago justo en los años en que expandía el pensamiento de Milton Friedman).
Seguramente de esos años de formación intelectual se explica el fundamentalismo tozudo que lo personifica. A su parecer en 20 años de vigencia del TLCAN el balance es “mucho mejor” a lo que México imaginó al exportar mil millones de dólares diarios en productos.
Con más de la mitad de la población mexicana en pobreza, con crecientes condiciones precarias de empleo y disminuidos salarios, con un grave deterioro ambiental, con una pérdida de soberanía y autosuficiencia alimentaria, sin una base industrial propia y con serios problemas en el tejido social, que nos hace vulnerables al crimen organizado y extrema la polarización social difícilmente son creíbles las conclusiones que subyacen en las aseveraciones del señor Blanco. ¿De qué sirve que crezcan exponencialmente los intercambios comerciales si las condiciones de vida de la mayoría de la población son insoportables?
Desde la óptica del pueblo mexicano en cambio, la vigencia del TLCAN han sido 20 años de resistencia para vivir.
Desde el ¡Ya basta! zapatista, justo el 1 de enero de 1994, día en que entraríamos supuestamente al primer mundo, hasta la fecha la sociedad mexicana se ha expresado como un pueblo en lucha permanente, a veces con mucha intensidad otras con iniciativas modestas, pero siempre abriéndose paso a la esperanza.
Recapitulando y adelantando una conclusión, debo decir que el señor Blanco, es el peón del grupo priísta que compró la elección presidencial de 2012 y que es encabezado por Salinas de Gortari. Esta candidatura además del apoyo interno cuenta con la anuencia internacional de las grandes potencias capitalistas de occidente, particularmente los miembros del G-7. Además grandes empresas transnacionales cabildean a su favor para vencer al brasileño, Roberto Azevedo.
Será interesante examinar cómo se comportaron en términos geopolíticos las votaciones, que en rigor se tratan de consultas toda vez que el procedimiento instituido en la OMC es de “selección” y no de “elección”. Las consultas se realizarán entre el 1 al 7 de mayo, como solicitaron los 159 Estados reunidos en el Consejo General de la OMC donde se hizo el anuncio oficial de los dos finalistas. Aunque los contendientes, Blanco y Azevedo, son latinoamericanos lo cierto, es que representan dos visiones distintas geográfica y políticamente.
Por mencionar algunos planos: en lo regional, Blanco es la personificación del ALCA (Acuerdo de Libre Comercio de las Américas), el otro, Azevedo, personifica al MERCOSUR (Mercado Común del Sur) y la Integración Sur-Sur. En el ámbito geopolítico, Blanco en la línea del G7/G20, Azevedo en la ruta de los BRIC´s (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica). Son grandes las diferencias de enfoques aún cuando se hallan algunos puntos en común (que no abordare en esta ocasión).
En todo caso, surge la interrogante: ¿no será momento en que los BRIC´s, hagan suyo un espacio como la OMC que les permita, no sólo mostrar su protagonismo comercial, sino realmente fungir de “puente” y facilitador de diálogo entre el Norte y el Sur del mundo y reequilibrar las negociaciones comerciales?
Aunque el anuncio de quién será el nuevo director general de la OMC podría irse al 30 de mayo fecha límite, se espera que sea el 8 de ese mes que se tome la decisión.
* Mtro. Andrés Peñaloza. Bia´lii, Asesoría e Investigación, A.C. (México)