Un alto ejecutivo de la compañía de gas ucraniana Burisma que habría pagado 5 millones de dólares al presidente de EE.UU. y otros cinco a su hijo Hunter Biden, que formaba parte de la junta directiva de la empresa, conservó 17 grabaciones de audio de sus conversaciones con ellos como una “póliza de seguro”, reveló este lunes el senador republicano Chuck Grassley, citando documentos del FBI.
Grassley instó al Departamento de Justicia a publicar una copia completa y sin “redacciones innecesarias” del formulario FD-1023 que plasma una entrevista realizada por el FBI en 2020 a una fuente confidencial “altamente creíble”, en la que se expone la existencia de un esquema criminal de soborno entre Joe Biden cuando ocupaba el cargo de vicepresidente (2009-2017) y un ciudadano extranjero.
De acuerdo con el legislador, la semana pasada el FBI compartió los documentos con el Comité de Supervisión de la Cámara de Representantes del Congreso, pero antes “redactó una referencia de que el ciudadano extranjero que supuestamente sobornó a Joe y Hunter Biden supuestamente tiene grabaciones de audio de sus conversaciones con ellos. Diecisiete grabaciones totales”.
“Según el 1023, el extranjero posee quince grabaciones de audio de llamadas telefónicas entre él y Hunter Biden. Según el 1023, el ciudadano extranjero posee dos grabaciones de audio de llamadas telefónicas entre él y el entonces vicepresidente Joe Biden“, expuso Grassley.
“Estas grabaciones supuestamente se mantuvieron como una especie de póliza de seguro para el ciudadano extranjero en caso de que se encontrara en un aprieto. El 1023 también indica que el entonces vicepresidente Joe Biden pudo haber estado involucrado en Burisma empleando a Hunter Biden”, manifestó.
Finalmente, Grassley exigió respuestas sobre “¿qué han hecho, si es que han hecho algo, el Departamento de Justicia y el FBI para investigar?” y reiteró que el pueblo estadounidense debe obtener acceso a los documentos.
¿Qué pasó?
La semana pasada se reveló que el representante de la empresa ucraniana buscaba cómo incursionar en el sector energético de EE.UU., y dijo que “pagó” 5 millones de dólares a cada uno de los dos Biden, porque el entonces fiscal general ucraniano, Víktor Shokin, estaba investigando a la compañía. Explicó que para Burisma sería difícil ingresar al mercado estadounidense en medio de esa investigación.
Dicho pago habría sido una especie de “anticipo” para solucionar una serie de problemas, incluida la indagación. El alto ejecutivo indicó que las transacciones se realizaron “a través de tantas cuentas bancarias diferentes” que los investigadores no podrían “desentrañarlo en al menos 10 años”.
Joe Biden presumió públicamente en 2018 de que cuando ocupaba el cargo de vicepresidente presionó exitosamente al anterior Gobierno de Ucrania para que despidiera a Víktor Shokin.
En 2019, Donald Trump, entonces presidente de EE.UU., pidió a su homólogo ucraniano, Vladímir Zelenski, que iniciara investigaciones sobre las acciones y negocios de la familia Biden en Ucrania. Pero los demócratas en el Congreso de EE.UU. acusaron a Trump de abuso de poder, obstrucción y de entrometerse en las elecciones presidenciales de 2020 al pedirle a un líder extranjero que investigara a su rival político.
Desde la Casa Blanca han rechazado las acusaciones sobre el pago de los 5 millones de dólares al actual mandatario cuando era vicepresidente, tachándolas como “un montón de tonterías“. Además, sostienen que el presidente nunca se ha involucrado en los negocios de su hijo, quien actualmente se encuentra bajo investigaciones federales por sus “asuntos fiscales”.
Fuente: RT
