El ámbito universitario es un espacio de segregación y discriminación contra las mujeres: académicas, trabajadoras y estudiantes son víctimas de prácticas sexistas que las colocan en desigualdad respecto a los hombres.
Intrusas en la Universidad es una investigación realizada por las especialistas Ana Buquet, Jennifer Cooper, Araceli Mingo y Hortensia Moreno, sobre la forma en la que viven, trabajan, estudian y se desarrollan las mujeres dentro de la UNAM.
En la presentación del libro en la Casa de las Humanidades de la UNAM, la antropóloga y feminista Marta Lamas calificó el trabajo como una contribución a la lucha contra la desigualdad que persiste entre mujeres y hombres dentro de las universidades, ya que “ventila lo que se suele encubrir o negar”.
La fundadora del Grupo de Información en Reproducción Elegida (GIRE) destacó que es la primera vez que alguna universidad se mira desde la perspectiva de género, y consideró el estudio como trascendente para erradicar estas prácticas discriminatorias al visibilizarlas “de manera inteligente”.
Editada por el Programa Universitario de Estudios de Género (PUEG) de la UNAM y el Instituto de Investigaciones sobre la Universidad y la Educación (IISUE), la investigación muestra en cinco capítulos encuestas, estadísticas, datos y testimonios que evidencian la forma en que las relaciones de género permean el desarrollo de la comunidad femenina en la universidad.
Al presentar el libro, la directora del PUEG, Marisa Belausteguigoitia, consideró que su lectura puede resultar “dolorosa”, ya que da cuenta de que las mujeres tardan más tiempo en desarrollarse académica e intelectualmente, además de que las estudiantes y las trabajadoras afrontan hostigamiento y acoso constantes.
Agregó que las mujeres no han podido convertir a la UNAM en un espacio propio, lo que evidencia que ellas siguen siendo “intrusas” en la universidad.
Hortensia Moreno, doctora en Ciencias Sociales y coautora del estudio, dijo a Cimacnoticias al término del evento que se debe reconocer el trabajo en equipo que hizo posible evidenciar que la discriminación y la segregación prevalecen de distintas formas entre las universitarias.
Explicó que las maneras en que se discrimina, restringe o rechaza a las mujeres se han modificado y se han vuelto más “sutiles”, a la par de que desde hace 50 años –cuando las mexicanas pudieron acceder a la educación superior– se ha incrementado la presencia femenina en las universidades.
La también profesora de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM advirtió que las catedráticas aún se desempeñan en actividades de cuidado: “No importa que tan lejos llegue una mujer en el mundo académico o intelectual, las mujeres van a seguir encargándose de lo doméstico, lo que mina sus posibilidades de desarrollo personal”.
Ana Buquet, secretaria de Equidad de Género del PUEG, dijo a esta agencia que si bien la investigación se centró en evidenciar la desigualdad y discriminación de género dentro de la UNAM, el resultado contribuye a la lucha de las mujeres en otras universidades a nivel global.
Consideró que el estudio puede incidir en una reforma dentro de las universidades, a fin de cerrar las brechas de género que aún persisten entre mujeres y hombres en la educación superior.
Fuente: Cimacnoticias