La dirigencia de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) volvió a salir a las calles, esta vez para para pronunciarse a favor de un nuevo aumento del salario mínimo se fijaría en 92.72 pesos.
Al pie del Monumento de la Revolución, el presidente del organismo empresarial, Gustavo de Hoyos, abogó por un alza de poco más de 13%, o de 10.68 pesos, para alcanzar la línea de bienestar mínima delineada por el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval).
“Proponemos a las autoridades y a los representantes de los trabajadores que prosigamos con esa estrategia de fortalecimiento del poder adquisitivo con visión de largo plazo, de manera que en el 2030 el salario mínimo general pueda ser suficiente para satisfacer cabalmente las necesidades de una familia, pues ya no debemos debatir la política salarial desde una visión de corto plazo, ya que México requiere de una política salarial de largo plazo con acción inmediata en el marco de la nueva cultura salarial”.
De acuerdo con el líder patronal, la “nueva cultura salarial” parte de la premisa de que en la formalidad todo trabajador debe poder satisfacer el costo de la canasta alimentaria y no alimentaria urbana definida por el Coneval para todos los integrantes del hogar, a partir de los ingresos generados por los integrantes ocupados de las familias.
No es la primera vez que la cúpula de la Coparmex sale a las calles de la ciudad a manifestar sus ideas. El año pasado, al pie del Ángel de la Independencia exigieron la aprobación del Sistema Nacional Anticorrupción, tema que se encontraba “atorado” por el Senado de la República.
Fustiga a Banxico
Hoy, Gustavo de Hoyos defendió el aumento del salario mínimo y fue más allá. Negó los efectos negativos a otras variables de la economía, como argumenta el Banco de México (Banxico), uno de los principales detractores del alza salarial, junto con la Comisión Nacional de Salarios Mínimos (Conasami).
El empresario de origen bajacaliforniano defendió:
“El avance que se dio en el salario mínimo general a partir de enero de este año ha sido aleccionador, pues se ha demostrado –y con esto se han roto paradigmas– que los efectos del aumento han sido positivos y que, contrario a los temores que se tenían, no significaron impactos negativos en las variables económicas fundamentales”.
Y expuso pruebas. En primer lugar, aseguró que aumentó el poder adquisitivo del salario.
A mayo de este año, explicó, el salario mínimo general cubre ya 86.4% del ingreso necesario para satisfacer las necesidades del trabajador, esto es, el mayor nivel del poder adquisitivo que se ha tenido desde abril de 1998, mientras que en 2016 solamente cubría 82%.
“Este hay que decirlo con claridad es el mayor poder adquisitivo del salario en una década, dado que en 2014 era de solamente 78%, de acuerdo con los datos del Coneval”, reveló.
Por otra parte, aseguró que el aumento del salario no fue inflacionario: “Los productos que más incidencia han tenido en la inflación acumulada no están relacionados con la mano de obra sino con los energéticos y con el tipo de cambio”.
Sin embargo, el banco central insiste en que los costos de la mano de obra, es decir, los salarios, sí inciden en el crecimiento de inflación que, en los primeros 15 días de junio, se ubicó en 6.30%, nivel no visto desde la pasada recesión económica de 2008-2009.
La Coparmex también negó que el aumento nominal de cuatro pesos aplicado al salario mínimo al inicio de este año haya generado “un efecto faro”.
“En abril de 2017 el salario promedio real de todos los empleos formales disminuyó 0.89%, mientras que el salario mínimo aumentó en 3.6%; por tanto, se concluye que el aumento otorgado al salario mínimo general no ocasionó un efecto faro derivado de que ese 3.6% no fue parámetro para el incremento del resto de los salarios”, dijo.
Asimismo, explicó que tampoco aumentó la informalidad. De hecho, demostró que la informalidad laboral en abril de este año fue de 56.5%, es decir, inferior al del mes anterior, que se ubicó en 56.9%, es decir, 0.6 puntos porcentuales menos en comparación con el mismo periodo de 2016; dicho de otra manera, el nivel de informalidad registrado en el mismo mes de abril de este año es el más bajo del que se tiene registro.
Mínimo de 194 pesos… para el 2030
De acuerdo con el presidente de la Coparmex, el salario mínimo general debería ubicarse en 2030 en un rango de entre 162.35 y 194.68 pesos en valores constantes para ese año.
“Eso significaría que una familia mexicana integrada en promedio por 3.5 individuos pueda satisfacer… en 2030 plenamente sus necesidades alimentarias y no alimentarias por el trabajo en la economía formal de 1.7 a 2.0 de los miembros de su núcleo familia”, explicó.
La mala noticia es que la inflación, hasta ahora, prácticamente se ha “comido” lo ganado por los salarios. Lo peor. Será hasta el 2018 cuando los precios retornen a alrededor de 3%, eso si el peso no se deprecia frente al dólar, si los productos agropecuarios y energéticos no se disparan, y si no existen nuevos impuestos, entre otros factores, como resultado de las elecciones presidenciales a celebrarse el próximo año.
Fuente: Proceso
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MI LLAMADA HA SIDO ESCUCHADO PERO SIN ÉXITO COMPLETO LA SOCIEDAD DE EMPLEADOS, EMPLEADAS OBREROS Y TODA AQUELLA PERSONA QUE PERCIBA UN SALARIO POR SU TIEMPO EN EL EMPLEO EXIGE UN AUMENTO DE 120.00 DIARIOS.