El terreno de la “refinería frustrada” en Tula, Hidalgo, se destinará para construir un hospital del IMSS Bienestar, mismo que no será únicamente para derechohabientes, sino para la población en general, informó este jueves el presidente Andrés Manuel López Obrador al encabezar su conferencia de prensa en esta entidad.
Explicó que la “fallida” construcción que se planeó en sexenios pasado de una refinería en Tula, y de la cual sólo se hizo una barda perimetral, se debió a que no era parte de la estrategia en materia energética en el periodo neoliberal.
A partir de la expropiación petrolera hasta la década de los años ochenta se producían en México todos los combustibles y se desarrolló la petroquímica, que fue “un ejemplo mundial”, pero que en posteriormente se abandonó.
Llegó a venderse hasta tres millones 400 mil barriles diarios de petróleos al extranjero, “pero esto nos llevó a una dependencia en gasolinas, diésel y otros productos derivados del petróleo al grado que se están comprando como 300 o 400 mil barriles diarios de gasolina, se compran, teniendo nosotros la materia prima. Es como si vendiéramos naranja y compráramos jugo de naranja”.
Reiteró que mientras no se construía una nueva refinería desde hace 40 años, ahora hay un viraje de la política en este renglón para volver a producir las gasolinas que se requieren en el país.
Apuntó que en Tula, se está reiniciando la operación de una coquizadora con 2 mil 500 millones de dólares de inversión, que se había quedado inconclusa en el sexenio pasado. Para su construcción, recordó, se tuvo que quitar puentes para el traslado de equipo, pero “como hubo corrupción” y tuvo que ver con Odebrecht, se detuvo y ahora se está resolviendo y se está trabajando”.
Permitirá la generación de 30 mil barriles de gasolina adicionales, además de “que no se tenga tanto combustóleo y reducir la contaminación en la región de Tula”, lo cual se sumará al combustible procesado en la refinería de Deer Park en Houston, recientemente adquirida por Pemex.
Fuente: La Jornada