Un equipo de geólogos holandeses aseguró este miércoles haber localizado la primera evidencia fósil de que un enorme asteroide que cayó en la zona de la Península de Yucatán, en México hace 66 millones años y provocó la extinción de los dinosaurios.
Johan Vellekoop, candidato a doctor en Paleoclimatología por la Universidad de Utrecht en Holanda, anunció este miércoles que se han encontrado en sedimentos del Río Brazos en Texas, pruebas contundentes de que la Tierra se enfrió bruscamente a raíz del impacto del asteroide.
Esta sería la primera vez en que se tiene una evidencia concreta que confirme la teoría de que el impacto del asteroide que creó el cráter llamado Chicxulub, de 177 kilómetros de diámetro en las costas de la Península de Yucatán, enfrió la tierra y provoco la extinción de los dinosaurios.
El choque del asteroide produjo, el llamado “invierno de impacto”, causado por la inyección de grandes cantidades de polvo en la estratosfera, lo que bloqueo la radiación solar y, finalmente, condujo a la muerte de los dinosaurios y la mayoría de la vida vegetal en el planeta.
“Hemos demostrado que, efectivamente después del impacto se produjo un corto período de oscuridad y frío” dijo Vellekoop. “Esto ha sido siempre la idea, pero no se tenía la evidencia dura. Nosotros empezamos a buscar la verdad detrás de las sospechas”.
La investigación sobre el tema será publicada en el próximo número de la revista científica “Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS)” y parte de la misma ya se encuentra disponible en el sitio de internet de dicha publicación. L
os geólogos de la Universidad de Utrecht, de la Universidad VU en Amsterdam y del Instituto Holandés para la Investigación Marina Real (NIOZ), aseguraron haber localizado la primera evidencia directa de los efectos de la formación de polvo y aerosoles en la atmósfera terrestre hace 66 millones de años.
Los científicos documentaron una importante disminución de la temperatura superficial del mar, al analizar los sedimentos fosilizados de la región del Río Brazos, en Texas, una región que en la antigüedad era mar.
“Los sedimentos de Texas, nos demostraron que el choque del meteorito fue seguido por un tsunami, tras lo cual sobrevino luego un fuerte enfriamiento del mar”, explicó Vellekoop. “Con las nuevas tecnologías, podemos ver que la temperatura del mar se redujo de 30 grados centígrados a 23 grados centígrados o incluso por debajo”, explicó.
“Eso duró unos pocos años, no más de unas pocas décadas. Cuando el polvo empezó a caer de nuevo, la temperatura también se elevó de nuevo, lo que es también notable en los sedimentos”, indicó.
Según los investigadores, este “invierno de impacto” fue probablemente el principal factor en la extinción en masa debido a la diseminación de la fotosíntesis continental y marina.
La fotosíntesis es un proceso utilizado por las plantas y otros organismos para convertir la energía luminosa en energía química que es usada luego para alimentar las actividades de los organismos.
Sin la fotosíntesis, la cadena alimentaria se derrumba, lo que lleva a la desaparición de la vida vegetal y animal.
Fuente: Notimex