Hackers supuestamente del gobierno ruso penetraron la red computacional del Comité Nacional Demócrata (DNC) y obtuvieron acceso a la base de datos entera de investigación sobre el virtual candidato a la presidencia por el Partido Republicano, Donald Trump, de acuerdo con los oficiales del comité y los expertos en seguridad que atendieron la fuga.
Los intrusos obtuvieron acceso al sistema de DNC a tal grado que pudieron leer todos los mensajes de correo y de chat, reportaron los funcionarios de DNC y los expertos en seguridad.
La intrusión al sistema de DNC fue una de varias dirigidas a organizaciones políticas estadounidenses. Las redes de Hillary Clinton y Donald Trump también fueron intervenidas por los espías rusos, así como las de varios comités de acción republicanos, reportaron los funcionarios estadounidenses. Sin embargo, los detalles de esos casos no estaban disponibles.
Un vocero de la embajada rusa dijo que no tenía conocimiento de tales infiltraciones.
Algunos de los hackers tuvieron acceso al sistema del DNC por cerca de un año, pero todos fueron expulsados el fin de semana pasado durante una campaña de limpieza, explicaron los expertos ylos funcionarios del comité.
El DNC declaró que al parecer no se había accesado información personal, de donantes o financiera, lo cual sugiere que la intromisión fue espionaje tradicional, no el trabajo de hackers delincuentes.
Las intrusiones son un ejemplo del interés de Rusia en el sistema político de los Estados Unidos y su deseo de entender las políticas, fuerzas y debilidades de un probable futuro presidente — muy similar a cuando los espías estadounidenses reúnen información sobre candidatos y líderes extranjeros.
El grado de la intromisión refleja la habilidad y determinación del máximo ciber adversario de los Estados Unidos ya que Rusia busca blancos estratégicos de la Casa Blanca, el Departamento de Estado y organizacions de campañas políticas.
“Es la misión de todo servicio de inteligencia extranjero reunir información sobre sus adversarios”, explicó Shawn Henry, presidente de CrowdStrike, la empresa cibernética llamada para manejar la fuga de DNC y antiguo director de la división cibernética del FBI. Aclaró que es extremadamente difícil para una organización civil protegerse de un gobierno hábil y determinado como Rusia.
“Somos percibidos como un adversario de Rusia”, comentó. “Su función cada día cuando se levantan es obtener información de las políticas, prácticas y estrategias del gobierno de los Estados Unidos. Hay varias formas de hacerlo. Irrumpir en los sistemas de cómputo es una de las más valuables porque les da un cúmulo de información.
El presidente de Rusia, Vladimir Putin, ha hablado favorablemente de Trump, quien ha sugerido mejorar las relaciones con Rusia expresado escepticismo sobre la OTAN. Sin embargo, a diferencia de Clinton a quien probablemente los rusos han tenido por largo tiempo bajo su vigilancia, Trump no ha sido político por mucho tiempo, así que las agencias extranjeras tienen que ponerse al corriente, explican los analistas.
“El propósito de recabar esa información es entender las inclinaciones del blanco”, explicó Robert Deitz, consejero ejecutivo del director de la CIA y ex consejero general de la Agencia de Seguridad Nacional. “Las inversiones de Trump en el extranjero, por ejemplo, serían relevantes para entender cómo se relacionaría con los países donde tiene esas inversiones” en caso de ser electo, expresó Deitx. “Podrían dar pistas para entender su estilo de negociación. En breve, este tipo de información podría ser usada por Rusia, por ejemplo, para indicar dónde puede ésta aventurarse en el extranjero.
Otros analistas observaron que cualquier trapito sucio que salga por la investigación de la oposición tiene altas probabilidades de ser hehco público de cualquier forma. Sin embargo, los líderes del DNC actuaron rápidamente después de descubrir la infiltración, para frenar el daño.
“La seguridad de nuestro sistema es crítica para nuestra operación y la confianza de las campañas y dependencias del gobierno con las que trabajamos, declaró la representante Debbie Wasserman Schultz, demócrata por Florida, directora del DNC. “Cuando descubrimos la intromisión, la tratamos como el incidente serio que es y trajimos a CrowdStrike inmediatamente. Nuestro equipo se movió tan rápido como pudo para sacar a los intrusos y asegurar nuestra red”.
La campaña de Clinton no respondió inmediatamente a la solicitud de comentarios. Una vocera de la campaña de Trump refirió las preguntas al Servicio Secreto.
Los líderes del DNC recibieron la advertencia sobre la intromisión a finales de abril. Amy Dacey, directora ejecutiva de operaciones, recibió una llamada de su jefe de operaciones diciendo que su equipo de Tecnología de la Información había notado algo de actividad extraña en la red.
“Es el tipo de llamada que ningún ejecutivo desea recibir, pero el equipo de IT sabía que algo andaba mal”, comentó Dacey. Sabía que era lo suficientemente serio como para traer a los expertos a investigar.
Esa tarde, habló con Michael Sussman, abogado de DNC que es socio de Perkins Coie en Washington. Al poco rato, Sussman, ex procurador federal que se encargaba de casos de crimen cibernético, llamó a Henry, a quien ha conocido por muchos años.
Dentro de 24 horas, CrowdStrike había instalado software en las computadoras de DNC para poder analizar datos que indicaran quién había obtenido acceso, cuándo y cómo.
La firma identificó a dos grupos separados de hackers, ambos trabajando para el gobierno ruso, que se habían infiltrado a la red, explicó Dmitri Alperovitch, el co fundador y director ejecutivo de tecnología. La firma ya había analizado otras infiltraciones por ambos grupos en los últimos dos años.
Fuente: The Washington Post
