En un proyecto financiado por el Pentágono, unos expertos hackearon un automóvil y lograron un control absoluto sobre este.
Los nuevos vehículos cada vez depositan mayor confianza en los computadores de abordo, y el control sobre los automóviles se está centralizando en estos monitores.
Estos computadores permiten el control de la temperatura, de la radio… pero también de elementos como la velocidad.
En un experimento financiado por el pentágono, dos expertos estadounidenses en seguridad, realizaron una demostración sobre las posibilidades que los nuevos automóviles tienen de ser hackeados.
Utilizando un mando de la primera consola que Nintendo sacó al mercado a principios de los años 80, estos dos expertos demostraron cómo les era posible, con un mando tan antiguo, arrancar, detener e incluso modificar la dirección del automóvil.
Si los expertos conectaban el sistema central del vehículo a un computador portátil, entonces el control que adquirían era mayor y eran capaces de arrancar, acelerar, frenar el vehículo o incluso de modificar el velocímetro.
En esta investigación, los expertos y el Pentágono trataban de mostrar las debilidades de los vehículos actuales que cada vez se fabrican con mayor dependencia de estos monitores de abordo.
Aunque estos automóviles sean vulnerables, los expertos también recalcaron que hackearlos es caro y se necesita una conexión directa. No obstante, una vez se realiza la conexión el control sobre el vehículo es casi completo.
Fuente: La Voz de América
