El senador republicano por Texas Ted Cruz ha emprendido en el Senado de EE.UU. su anunciada estrategia de “filibusterismo”, consistente en hablar sin parar hasta que los plazos parlamentarios se agoten, con el objetivo de privar de fondos a la reforma sanitaria aprobada en 2010.
“Voy a hablar en apoyo de la supresión de los fondos para ‘Obamacare’ hasta que no sea capaz de mantenerme en pie”, anunció Cruz en alusión a la ley Affordable Care Act (Asistencia sanitaria asequible) considerada el principal logro del presidente Barack Obama.
Cruz, llegado al Senado hace pocos meses con el apoyo del movimiento ciudadano Tea Party, comenzó su soliloquio a las 14.40 hora local, provisto de una voluminosa carpeta de notas.
La maniobra de Cruz, de 42 años, ha suscitado la polémica y la división en las filas del propio partido republicano, cuyo liderazgo en la Cámara alta la considera condenada al fracaso y contraproducente.
Cruz ha aprovechado la tramitación de una ley presupuestaria de emergencia, que pretende proveer de fondos al Gobierno para que la Administración pueda seguir funcionando después del 1 de octubre (en ausencia de un presupuesto ordinario), para arremeter contra la ley sanitaria.
A instancias de Cruz y de otros enemigos jurados de la reforma, la Cámara de Representantes, donde los republicanos son mayoría, aprobó el viernes la provisión de fondos para el Gobierno, pero acompañada de una “píldora envenenada” por la cual se privaba de fondos a “Obamacare”.
El Senado tiene que pronunciarse ahora sobre ese proyecto de ley, y los demócratas, que son mayoría en la Cámara Alta, han anunciado que enmendarán el texto para restablecer los fondos destinados a la reforma de la sanidad. Con su filibusterismo,
Cruz pretende impedir las enmiendas demócratas o, en todo caso, retrasar el procedimiento de tal forma que resulte imposible modificar el proyecto republicano, aún a riesgo de agotar los plazos reglamentarios y que el 1 de octubre el Gobierno tenga que cerrar por falta de acuerdo presupuestario.
“Un gran número de tejanos, un gran número de estadounidenses sienten que no tienen una voz, así que espero jugar un pequeño papel para ofrecerles esa voz”, dijo hoy Cruz.
El senador republicano, que encarna la oposición más acérrima a la reforma sanitaria, considera “pésima” esa legislación, porque representa, a su juicio, una intrusión del poder público en la salud y la vida privada de los estadounidenses, y además “está destruyendo empleos”.
De acuerdo con los republicanos, la obligación incluida en la reforma sanitaria de que los empresarios contraten seguros médicos para todos su trabajadores está desalentando la creación de empleo y promoviendo los empleos basura.
Sin embargo, en las últimas horas, el combativo legislador republicano ha perdido los apoyos de los dos republicanos de más rango en el Senado: el líder de la minoría republicana, Mitch McConnell, y el número dos en la cámara John Cornyn, quienes han afirmado que no apoyarán el obstruccionismo del tejano.
Pero con su maniobra de “filibusterismo”, en la que está acompañado por el senador republicano por Utah Mike Lee, Cruz se ha convertido todavía más en el ídolo de las bases más conservadoras, que ya lo apoyaron frente al aparato del partido en las primarias y las legislativas de 2012.
No obstante, el líder demócrata del Senado, Harry Reid, ha anunciado que mañana al mediodía se realizará un primer voto de la medida. Si Cruz no logra que lo secunden en su filibusterismo suficientes republicanos, su táctica habrá fracasado.
El gobierno de EE.UU, cuenta con fondos para financiarse hasta la medianoche del 30 de septiembre cuando, de no aprobarse un presupuesto especial, tendría que cerrar parcialmente.
Fuente: EFE