Al conmemorar los 255 años del nacimiento de José María Morelos y Pavón, el presidente Andrés Manuel López Obrador consideró que ha llegado el fin del neoliberalismo en México.
De espaldas al lago de Tequesquitengo, acompañado del primer ministro de Belice, Johnny Briseño y sus respectivas esposas Beatriz Gutiérrez y Rossana Briseño, el mandatario recordó el ideario del Siervo de la Nación, expresados en su señero escrito: Los Sentimientos de la Nación.
“Hoy, una de nuestras mayores y más importantes tareas, decía Morelos, es que se eleve el salario del peón. Fíjense cómo lo elabora, son unas cuantas palabras. Partamos de la base de qué el neoliberalismo, afortunadamente ya se acabó con esa pesadilla.”
La ceremonia que se inscribe en la celebración de los acontecimientos, que la narrativa histórica gubernamental ha mantenido como piedras angulares de la independencia, se trasladó al estado de Morelos. Y en la privilegiada zona del lago de Tequesquitengo, el mandatario describió la relevancia del paso del jefe independentista por el devenir nacional.
Recordó que el poeta Carlos Pellicer, imaginaba así a Morelos:
“‘Una espada en medio de un jardín, eso es Morelos; imaginar una pedrada sobre la sombra de una fiesta, eso es Morelos; imaginar una llamarada en almacén logrado por avaricia y robo, eso es Morelos’. Lo que más admiro de este auténtico siervo de la nación es el profundo amor que profesaba al pueblo, y la forma en que buscaba reivindicarlo” en Los Sentimientos de la Nación.”
El texto, adujo es fundacional, donde se recoge y expresa en pocas palabras con sencillez y buena prosa, un tratado de humanismo.
Y de los 23 puntos que contiene enunció algunos de ellos. El que se modere la indigencia y la opulencia. Nos dio, dijo, “una fórmula más clara para tratar el añejo problema de la desigualdad económica y social en nuestros países. “Recordemos que el barón (Alejandro) von Humboldt sostuvo que en México, en el país, casi en ninguna parte,
hay más espantosa distribución de fortunas.
“Aunque parezca increíble y nos sorprenda en tiempos del neoliberalismo, hasta hace poco la desigualdad se volvió aún más extrema y ofensiva, por eso es combatirla con una mejor distribución de la riqueza del ingreso, y del presupuesto. El centro de análisis multidisciplinario de la Facultad de Economía de la UNAM, señala en uno de sus últimos reportes (que) en 1988, el salario mínimo alcanzaba para comprar 51 kilos de tortilla, y 30 años después cuando nosotros llegamos, sólo alcanzaba para 5.8 kilos de tortilla, ahora en estos días aún con la inflación permite adquirir 7.7 kilos. Es decir casi dos kilos, como no sucedía en 30 años.”
En su discurso refrendó que aún está vigente el postulado de Morelos, para aumentar el salario de los trabajadores.
También recordó que Morelos postuló, “se eduque al hijo del campesino igual que al hijo del más rico hacendado. La cuarta transformación implica cómo se práctica, y es sabido, abolir el régimen de privilegios que prevalecía; un régimen de desigualdad pobreza y violencia, fundado en la falta de honestidad en el servicio público, y en el predominio de la corrupción tanto del sector público como en el sector privado.”
López Obrador le agradeció al primer ministro de de Belice y “les expreso como todos los mexicanos deseamos, estar unidos con el pueblo de Belice, unirnos en la declaración de qué no hay otra más que la nobleza. Que todos somos iguales, pues del mismo origen procedemos, que no haya privilegios de abolengo.”
Antes, se desplegó una tanda de salva de fusilería, y el ministro Briseño, se esforzó por darle claridad en castellano a su mensaje, y lo hizo. Así le expresó al mandatario mexicano:
“Compartimos muchos problemas de desarrollo, pero también muchas aspiraciones, es todo esto que nos hace acercarnos más y, valorarnos como hermanos y decimos que sigamos ese camino“.
Fuente: La Jornada