Integrantes de la guardia comunitaria del poblado de Petaquillas, municipio de Chilpancingo detuvieron y privaron de su libertad a dos reporteros que documentaban un accidente vehicular registrado ayer por la noche sobre la carretera federal México-Acapulco en la región Centro de la entidad.
Ambos comunicadores Fabián Ortiz Trigo, reportero de agencia IRZA y Pablo Maldonado Linares, corresponsal de Grupo Milenio fueron liberados dos horas después, cerca de las 23:00 horas, ante la presión ejercida por un grupo de periodistas que decidieron bloquear la vía federal en el tramo que conecta la comunidad de Petaquillas con la capital de la entidad.
Al respecto, las víctimas narraron que la guardia comunitaria de Petaquillas justificó la privación ilegal de la libertad de los periodistas, argumentando que Trigo Ortiz “no portaba” una acreditación de su medio y Maldonado Linares por el simple hecho de “pedir una explicación”.
Incluso, Fabián Trigo señaló que fue retenido frente a la mirada de policías estatales que fueron omisos ante la actuación de los civiles armados, quienes asumieron el control de las diligencias realizadas en el lugar donde una caravana de motociclistas sufrió un accidente que dejó al menos dos lesionados.
Desde el año pasado, el gobernador Héctor Astudillo Flores acusó públicamente a la policía comunitaria de Petaquillas, de formar parte del grupo delictivo Los Ardillos que presuntamente dirige la familia del actual candidato a diputado local del frente conformado por el PRD, MC y Acción Nacional, Bernardo Ortega Jiménez.
No obstante, autoridades de los tres niveles y el Ejército han permitido que el grupo de autodefensa vinculado con el narco, mantenga un retén ilegal sobre una vía federal, ubicado a escasos kilómetros de la entrada sur a la capital de la entidad.
Los Ardillos, una historia de impunidad tolerada
Desde el año pasado, se ha documentado una serie de excesos y agresiones armadas contra población civil, realizadas por esta guardia comunitaria que prácticamente asumió el control de la comunidad de Petaquillas y aplica juicios sumarios en esta franja de la región Centro donde grupos delictivos mantienen una brutal confrontación por el control de las zonas de producción y trasiego de heroína.
En marzo de 2017, dos turistas procedentes de la Ciudad de México, entre ellos una mujer, resultaron heridos tras ser atacados a balazos porque no se detuvieron en un retén instalado de manera ilegal por integrantes de la autodefensa.
Apenas el pasado viernes 11, la guardia comunitaria de Petaquillas detuvo durante más de seis horas a una familia procedente de la Ciudad de México, incluidas cuatro mujeres y dos menores, quienes fueron liberados con huellas de tortura y con un mensaje escrito en una cartulina donde los acusaron de “estafadores”.
Además, en febrero pasado, dirigentes de los grupos de autodefensa de la Unión de Pueblos y Organizaciones del Estado de Guerrero (UPOEG), y el Frente Unido por la Seguridad y el Desarrollo (FUSDEG), que operan en el valle de El Ocotito, anunciaron públicamente una confrontación con el grupo de Los Ardillos, tras una serie de seis ataques armados consecutivos registrados en ese entonces contra pueblos del Valle del Ocotito y del corredor Petaquillas-Acahuizotla, municipio de Chilpancingo.
El comisario del poblado El Ocotito, Fernando Rosales González dijo que estos ataques, además de sembrar terror y pánico entre la población, paralizaron la actividad escolar y económica de esta zona, y pidieron la intervención de las autoridades civiles y militares para restablecer el orden y asumir las funciones de Seguridad que le corresponden.
El gobierno de Astudillo ha hecho mutis ante esta situación que se vive en la antesala de la capital de Guerrero y mantiene una alianza política con el candidato a diputado local del Frente, señalado por sus presuntos nexos con el narco, Bernardo Ortega.
Fuente: Apro