Este domingo, ante la mirada expectante del mundo, Grecia tendrá que ir a su segunda elección parlamentaria en tan sólo dos meses. El radical partido de izquierda Syriza es la principal amenaza para el conservador Nueva Democracia y los socialistas moderados del PASOK, que compiten por los votos para formar el gobierno.
El pasado 6 de mayo, Nueva Democracia recibió 19.18% de los votos y el PASOK logró obtener 13.63%. La caja de sorpresas resultó ser Syriza, que ocupó el segundo lugar con un 16.3%. Ninguno de ellos logró formar un gobierno de coalición, por lo que se van a segunda vuelta.
Y si dos meses atrás los griegos votaron dando rienda suelta a la rabia que sienten por las medidas de austeridad que en los dos últimos años se han visto obligados a soportar, el de hoy es un voto marcado por la incertidumbre y el miedo.
Sobre todo en vista de que los medios de comunicación y los dirigentes europeos han convertido los comicios de este domingo en una batalla por la permanencia de Grecia en el euro o su retorno al dracma.
La verdad es que mientras los griegos deciden qué hacer, el mundo contiene la respiración. De hecho, los bancos centrales de medio mundo están preparando ante la posibilidad de que se cumpla las peor de sus pesadillas y gane la izquierda radical.
Europa da empujón al partido del gobierno
Los líderes de Europa también se muestran aterrados ante la posibilidad de que Syriza se alce con la victoria y venga a estropearles la cumbre del G20 que comienza este lunes en Los Cabos, Baja California, Sur.
De hecho, tanto la canciller alemana, Angela Merkel, como el primer ministro italiano, Mario Monti, así como el presidente español Mariano Rajoy, el presidente de la comisión europea, José Manuel Barroso, o el presidente del Eurogrupo, Jean Claude Juncker, hicieron llamamientos a los griegos para que voten a partidos que se comprometen a respetar los acuerdos que Atenas ha adquirido.
Lo que equivale a pedir el voto puro y duro por Nueva Democracia y Antonis Samaras. Una exhortación que, sin embargo, puede provocar el efecto contrario ya que muchos griegos consideran que se trata de una intromisión intolerable en la política interna del país.
Como sea, numerosos analistas consideran que después de que en la primera ronda siete de cada diez electores se dejaron llevar por el voto de castigo hacia el partido gobernante, no es improbable que en esta ocasión se imponga el voto del miedo en las urnas.
“Es posible que veamos que la gente, aún a su pesar, vuelve a votar al partido tradicional de Nueva Democracia, en la esperanza de que pueda dar estabilidad y normalidad al país y evitar una catástrofe”, advierte Gerasimos Kouzelis, politólogo de la Universidad de Atenas.
El populismo de izquierda en buena posición
A pesar de ello, esta vez Syriza tiene buenas posibilidades de formar el gabinete, su popularidad está en alza debido a su punto de vista populista, en contra las medidas de austeridad impuestas por la Unión Europea y su negativa a ratificar los acuerdos que condujeron al rescate de Grecia pero a un alto costo social y dejando un enorme endeudamiento.
Syriza está vehementemente en contra de los bajos salarios y las abatidas pensiones, y se opone a la reducción de las prestaciones sociales y subsidios. Esta posición hace a la coalición increíblemente popular, máxime cuando el desempleo es ya de 22.6 por ciento, si bien el 70% de los griegos dicen estar a favor de mantenerse en el euro.
La incertidumbre en Grecia ha provocado un retiro masivo en los bancos. Tan sólo entre el 11 al 15 de junio los cuentahabientes sacaron unos 800 millones de euros, según reportes oficiales.
Los especialistas consideran que la gente ha retirado sus fondos básicamente por un par de razones. En primer lugar, la salida de la zona euro reducirá el acceso de los bancos para conseguir liquidez del Banco Central Europeo.
Y en segundo lugar, la salida de Grecia dará como resultado el retorno a la antigua moneda, el dracma, que rápidamente comenzará a depreciarse. La probabilidad de este escenario negro se estima en un 33% por parte de Standard & Poor ‘s.
Bancos europeos se preparan para lo peor
Mientras tanto, los riesgos de una nueva escalada de la crisis política en Grecia se encuentran no sólo en Atenas. El jueves, Reuters informó de los bancos centrales del G-20 acordaron coordinar sus acciones para proporcionar a sus instituciones financieras de liquidez si es necesario.
Sin embargo, incluso estas medidas no es probable que salven a los Estados miembros de la zona euro a partir de una rebaja de perfil de riesgo.
De acuerdo con Moody, la Grexit afectará las calificaciones de la periferia: Chipre, Portugal, Irlanda, Italia y España, por lo que es más difícil para ellos tener acceso a los mercados de crédito.
Esto significa que las palabras “deuda” y “crisis” seguirán de la mano durante mucho tiempo cuando se hable de la Unión Europea y los mercados financieros.
– Con información de Rusia Today, El Mundo y Reuters