Los escépticos acreedores europeos se apresuraban el domingo para reducir las diferencias, tanto entre ellos como con Atenas, con el objetivo de llegar a un acuerdo tentativo que evite un colapso financiero inmediato de Grecia que repercutirá en todo el continente.
Frente a un autoimpuesto plazo que vence el domingo, las naciones europeas que utilizan el euro como moneda común pedían más pruebas al primer ministro griego Alexis Tsipras de que pueden confiar plenamente en que se promulgarán amplias reformas económicas que salvaguarden el futuro de Grecia en la moneda común.
Tsipras llegó a la cumbre en busca de un acuerdo de compromiso. “Se lo debemos a los pueblos de Europa, que quieren una Europa unida y no dividida”, dijo. “Podemos llegar a un acuerdo esta noche si todas las partes lo desean”, insistió.
Grecia ha pedido a Europa que provea un fondo de rescate para un paquete financiero de tres años por 53.500 millones de euros (59.500 millones de dólares), pero muchos funcionarios en Bruselas creen que la cifra tendrá que ser mucho más alta. Este sería el tercer plan de rescate de Grecia en cinco años.
Había rumores de una discordia entre franceses y alemanes el domingo sobre lo que todavía se esperaba de Grecia durante las conversaciones entre los ministros de Finanzas en Bruselas. Un funcionario francés, sin embargo, insistió en que no había diferencias fundamentales entre el presidente Francois Hollande y la canciller alemana Angela Merkel, quienes se encontraban entre los 19 líderes de la eurozona que se reunirán más tarde el domingo para una cumbre en Bruselas.
Grecia necesita ayuda desesperadamente para evitar un colapso financiero. La economía está en caída libre y el país afronta cuantiosos plazos de deuda en las próximas semanas.
“Hemos perdido tanto tiempo que ya no podemos permitirnos perder tiempo”, dijo el ministro italiano de Finanzas, Pier Carlo Padoan, a su llegada para la reunión. “Seguiremos trabajando para establecer las condiciones para iniciar las negociaciones, que es el objetivo real… No se trata de cerrar un acuerdo”.
Los bancos griegos llevan casi dos semanas cerrados y las retiradas de efectivo de cajeros automáticos se han limitado a unos escasos 60 euros. Los bancos griegos, según algunas versiones, apenas tienen dinero suficiente en sus arcas para terminar la semana.
Sin embargo, en un indicio de que el domingo no se produciría una dramática salida de Grecia de la zona euro, se canceló la reunión de jefes de gobierno de los 28 países de la Unión Europea. En cambio, los jefes de gobierno de la eurozona, entre ellos el primer ministro griego, Alexis Tsipras, se reunirán el domingo por la tarde para evaluar el resultado de la reunión de ministros de Finanzas y esbozar una hoja de ruta para los próximos días.
En un tuit el domingo por la mañana, el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, señaló que la cumbre de la eurozona comenzaría a media tarde “y durará hasta que concluyamos las conversaciones” sobre Grecia.
Grecia ha pedido al fondo europeo de rescate un paquete de ayudas de 53.500 millones de euros (59.500 millones de dólares), pero muchos altos cargos europeos creen que eso no bastaría.
“En primer lugar, me gustaría ver al gobierno griego tomar medidas concretas a partir de mañana en el parlamento para aplicar medidas necesarias para Grecia”, dijo Padoan. “Y después reconstruir la confianza que permitiría el progreso de negociaciones concretas”.
Los ministros de Finanzas disolvieron las negociaciones el sábado tras más de ocho horas, con los acreedores de Atenas aún poco convencidos de que se pueda confiar en el gobierno de Tsipras para reformar la economía griega. Quieren una prueba irrefutable de que puede cumplir sus promesas de aplicar duras medidas de austeridad y reformas a cambio de miles de millones de euros en dinero de rescate.
La presión el sábado estaba sobre Grecia, de que cediera a las demandas de sus acreedores en cuestiones como reformas de las pensiones y subidas del impuesto sobre la venta.
Tsipras, salvó un gran obstáculo el sábado por la mañana. Los parlamentarios griegos apoyaron por abrumadora mayoría una batería de reformas económicas y medidas de austeridad con la esperanza de que convencería a sus acreedores europeos de que respalden un tercer rescate para el país.
Los ministros de Finanzas del eurogrupo deben aprobar la solicitud de rescate de Grecia al Mecanismo Europeo de Estabilidad. Tradicionalmente, los ministros se ponen de acuerdo, pero en circunstancias extraordinarias podrían tomar una decisión que no fuera unánime.
Grecia ha recibido un total de 240.000 millones de euros (268.000 millones de dólares) en sus dos rescates anteriores a cambio de profundos recortes de presupuesto, subidas de impuestos y reformas de sucesivos gobiernos. Aunque el presupuesto anual del país se ha reducido de forma drástica, la deuda griega ha crecido conforme la economía se reducía en una cuarta parte.
El gobierno griego ha convertido en prioridad el obtener alguna clase de alivio para su deuda y espera que se alcance una solución en la que al menos, los acreedores europeos acepten un retraso en los pagos o unas tasas de interés menores.
Tsipras ha hecho hincapié en la necesidad de reestructurar la deuda griega, que asciende a unos 320.000 millones de euros o un 180% de su producto interno bruto anual. Pocos economistas creen que la deuda llegue a pagarse por completo.
El Fondo Monetario Internacional dijo la semana pasada que Grecia necesita una reestructuración de su deuda.
Fuente: AP