Google invierte millones en científicos que buscan ADN de la vida eterna

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La tecnología dibuja un futuro donde nanorrobots alterarían nuestra biología, la ciencia será capaz de reparar el daño que el sol, el tabaco o el vino infligen en nuestro ADN. El Alzheimer, el Parkinson y otros flagelos de la senectud serán remediados a nivel molecular y erradicados. Quizás no vivamos para siempre, pero podríamos vivir mucho más tiempo, y mejor. ¿Qué hace Google al respecto?

Cuando Google Ventures invirtió en Foundation Medicine en 2011, la promesa de la empresa era esencialmente teórica. El mundo seguía esperando los avances que han parecido inevitables desde que los científicos hicieron el primer mapa del genoma humano en 2003. El equipo de Foundation estaba conformado por eminentes genetistas, entre ellos Eric Lander, uno de los líderes del Proyecto Genoma Humano, sin embargo, no tenía ningún producto comercial viable.

La tecnología ha avanzado mucho desde entonces, permitiendo que Foundation creara productos como su explorador interactivo de cáncer, que es una especie de Google para los oncólogos, gracias al cual pueden investigar y diseñar tratamientos para sus pacientes. “Los expertos de Silicon Valley nos han enseñado mucho”, dice el CEO de Foundation, el doctor Michael Pellini, quien buscó la ayuda de Google Ventures para diseñar la tecnología de su empresa. “Piensa en el buscador de Google. Nunca piensas en todos los algoritmos que van detrás de lo que ves en la pantalla. Ellos pudieron hacer lo mismo por nosotros con la información genética”.

“Si hoy me preguntas, ¿es posible vivir hasta los 500 años? La respuesta es sí”, dice Bill Maris una tarde de enero en Mountain View, California. El presidente y socio director de Google Ventures acaba de cumplir 40 años, pero parece más un estudiante universitario de 19.

A su espalda el sol entra por una gran pared de ventanas; más allá está el frondoso campus de Google. Dentro de su oficina hay pocas pistas sobre el trabajo que Maris realiza aquí. La habitación es sobria, paredes blancas, algunas sillas, una mesa. En este día, su escritorio no tiene papeles, no hay libretas o post-its, ni siquiera una computadora.

El librero es donde realmente podemos descifrar quién es Bill Maris. Hay un libro rechoncho titulado “Biotecnología Molecular: Principios y Aplicaciones del ADN recombinante”. Un ejemplar de“Biotecnología: Aplicando la revolución genética”. Y una colección de ilustraciones de Fritz Kahn, un médico alemán que fue uno de los primeros en representar el cuerpo humano como una máquina.

Hay también una obra que destaca especialmente si estás interesado en vivir 500 años. “La singularidad está cerca: cuando los humanos trascienden la biología”, publicada en 2005, es la obra seminal del futurista Ray Kurzweil, célebre por haber pronosticado que en 2045 la humanidad tendrá su momento ‘Terminator’: el ascenso de las computadoras superará nuestra capacidad para controlarlas. Para sobrevivir, transformaremos radicalmente nuestra biología a través de nanorobots y otras máquinas que mejorarán nuestra anatomía y nuestro ADN, modificando todo lo relacionado con la forma en que vivimos y morimos.

“Nos liberaremos de nuestras propias limitaciones”, dice Maris, quien estudió neurociencia en el Middlebury College y laboró en un laboratorio biomédico en la Universidad de Duke. Kurzweil es su amigo. Google lo contrató para ayudar a Maris y a otros en la compañía a entender un mundo en el que las máquinas superan la biología humana. Esto podría ser un aterrador futuro para algunos. Para Maris, es negocio.

Aquí es donde espera encontrar, y financiar, la próxima generación de empresas que van a cambiar el mundo o posiblemente a salvarlo. “De hecho tenemos las herramientas en las ciencias de la vida para lograr cualquier cosa que tengas la audacia de imaginar”, dice. 

Google Ventures, la firma de capital riesgo de Google, gestiona cerca de 2 mil millones de dólares en activos, con participaciones en más de 280 startups. Cada año, Google le entrega a Maris 300 millones de dólares en nuevo capital, y este año tendrá un extra de 125 millones de dólares para invertir en un nuevo fondo europeo.

Eso coloca a Google Ventures en igualdad financiera con las principales firmas de capital riesgo de Silicon Valley, que normalmente ponen a trabajar de 300 a 500 millones de dólares al año. Según los datos recopilados por CB Insights, una firma de investigación que rastrea la actividad de capital riesgo, Google Ventures, fue la cuarta firma de riesgo más activa en Estados Unidos el año pasado, participando en 87 operaciones.

Maris tiene una posición peculiar en la Googlósfera. Pertenece a ella, pero también es libre. Google Ventures puede apoyar a cualquier empresa que desee, se ajuste o no a los planes de Google. El fondo también puede vender sus participaciones a quien desee, incluidos los competidores de la tecnológica.

Ahora tiene el 36 por ciento de los activos del fondo invertidos en ciencias de la vida, frente al 6 por ciento en 2013.

“Hay un sinnúmero de multimillonarios en Silicon Valley, pero al final, todos vamos al mismo sitio”, dice Maris. 

Maris se detiene frente al Joshua Tree, una gran sala de conferencias de Google Ventures. Cada habitación en las oficinas centrales lleva el nombre de un parque nacional. “Está bien, tenemos mucho quehacer hoy”, dice a su personal. El grupo se reúne quincenalmente aquí para hablar de perspectivas y estrategias.

El equipo de Maris está formado por 70 personas, hoy la mayoría está en la sala o conectado por teléfono o video. El grupo incluye a los 17 socios inversores del fondo, que se encargan de la búsqueda de startups. Entre esos socios inversionistas están Joe Kraus, cofundador de Excite; Rich Miner, cofundador de Android; y David Krane, el empleado número 84 de Google.

“Sé que todos estamos al tanto de la conferencia de esta semana”, dice Maris. A una hora de distancia, en San Francisco, JPMorgan está inmersa en su reunión anual sobre salud, apodada el Super Bowl de la Atención Sanitaria. La mayoría de las startups en ciencias de la vida deGoogle Ventures participan. Una de ellas, Foundation Medicine, que utiliza los datos genéticos para crear herramientas de diagnóstico oncológico, está generando enorme expectación este año.

En enero, Roche Holding anunció planes para tomar una participación mayoritaria en dicha empresa, en una transacción valorada en mil millones de dólares. La cotización de la acción se duplicó con creces al día siguiente. Google Ventures tiene una participación del 4 por ciento en la empresa.

Para Maris, Foundation Medicine representa el comienzo de una revolución. “La analogía que uso es ésta”, dice, sosteniendo su iPhone 6. “Hace cinco años, esto habría sido inimaginable. Hace 20 años, no habrías podido hablar con nadie sobre esto”.

Fuente: The Financial Times

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