El presidente del gobierno español y el mandatario de Cataluña se reunieron el miércoles para reanudar negociaciones con la esperanza de hallar una solución a la crisis política provocada por el movimiento separatista regional.
El presidente de gobierno español, Pedro Sánchez, y el presidente regional Pere Aragonès se reunieron en la sede del gobierno catalán en el centro de Barcelona.
Había pocas expectativas de que se produzcan avances grandes en la reunión, que ha causado una división en el campo separatista. Aragonès y su partido Esquerra Republicana de Catalunya calificaron las conversaciones de “oportunidad histórica”, pero dirigentes del socio menor en la coalición de gobierno de Aragonès han expresado públicamente sus dudas sobre las posibilidades de que los separatistas obtengan concesiones reales.
La influyente Asamblea Nacional Catalana, un grupo de base, fue más allá y afirmó que las conversaciones sólo servirán para desviar la causa.
Los 7,5 millones de catalanes están divididos en dos bandos casi iguales y los resultados electorales de los últimos cinco años revelan que la mitad de Cataluña quiere permanecer en España mientras que la otra mitad quiere romper lazos.
Sánchez se ha empeñado en hallar una solución a la crisis que heredó al asumir en 2018, menos de un año después de que los mandatarios catalanes y grupos de base separatistas hicieron un intento fallido de secesión.
En junio, Sánchez tomó la medida audaz de indultar a los nueve instigadores del intento de secesión de 2017 que se encontraban en la cárcel. Los partidos de derecha han formulado fuertes críticas tanto a los indultos como las conversaciones.
Al iniciar la reunión en Barcelona, Sánchez dijo que insistirá en buscar la manera de mejorar el bienestar económico y social de los catalanes, a la vez que rechazó cualquier pretensión de soberanía separatista.
Aragonès insiste que lo único que está en discusión es la posibilidad de que España autorice un referendo sobre la independencia y una amnistía general para los separatistas que tienen problemas con la justicia.
En febrero de 2020, luego de años de escaso diálogo entre los líderes catalanes y la derecha gobernante en España, Sánchez se reunió en Madrid con el predecesor de Aragonès, Quim Torres. Ambos acordaron reunirse una vez por mes, pero la pandemia obligó a suspender ese plan.
Fuente: AP