Cumpliendo con una promesa electoral de Donald Trump, la Casa Blanca ha anunciado este 20 de enero que EEUU abandona el Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica —TPP, por sus siglas en inglés— y empezará a renegociar las condiciones del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (NAFTA).
El TPP ha sido el principal pilar económico del giro del Gobierno de Barack Obama hacia la región de Asia-Pacífico de cara al rápido crecimiento de China.
El TTP es un tratado firmado por 12 países de la Cuenca del Pacífico, con el 40% del PIB, mundial que prevé crear la mayor zona de libre comercio. Las negociaciones secretas terminaron el 5 de octubre de 2015 y casi cuatro meses después, el 4 de febrero de 2016, los ministros de Comercio de Estados Unidos, Canadá, México, Perú, Chile, Japón, Malasia, Brunéi, Singapur, Vietnam, Australia, y Nueva Zelanda firmaron oficialmente el acuerdo en la ciudad neozelandesa, Auckland.
Varios países, entre ellos Taiwán, Colombia, Filipinas y Corea del Sur, se mostraron interesados en unirse al TTP.
El acuerdo debe ser ratificado por cada uno de los países en un plazo de dos años.
Crónica de una retirada anunciada
No se trata de una sorpresa. Era bien sabido que haría esto en cuanto asumiera el mando del país, puesto que en un comunicado en video publicado el 22 de Noviembre, el entonces presidente electo anunciaba un paquete de medidas que ya incluía esta retirada del TTP. “Voy a emitir una notificación de intenciones para retirar a Estados Unidos del TPP, un desastre potencial para nuestro país. En su lugar, negociaremos acuerdos comerciales bilaterales justos que devuelvan los empleos industriales a orillas de América”, señaló Trump entonces. En este medio se publicó la semana pasada una nota que contenía algunas medidas que Trump tomaría al llegar al poder, y entre ellas figuraba este movimiento.
Con respecto al NAFTA, la postura es sutilmente distinta, aunque habrá que esperar el resultado de las negociaciones para ver cuál es exactamente la relación comercial que el nuevo presidente quiere mantener con Canadá y México. A principios de Diciembre, un portavoz del equipo de Trump, Anthony Scaramucci, trataba de calmar los ánimos asegurando que pese a sus constantes críticas al NAFTA, no existía la intención de “despedazarlo”, sino la de “ajustarlo” convenientemente a las necesidades estadounidenses. El comunicado lanzado este viernes tiene sin embargo un tono ligeramente más duro e incluye el abandono del tratado como una realidad posible.
“Además de rechazar y reelaborar los tratados comerciales fallidos, Estados Unidos combatirá a las naciones que violen los acuerdos comerciales y dañen a los trabajadores estadounidenses en el proceso. El Presidente ordenará al Secretario de Comercio que identifique todas las violaciones comerciales y que utilice todos los instrumentos a disposición del gobierno federal para poner fin a estos abusos”, añade la Casa Blanca en su comunicado.
Fuente: Sputnik News/ RT