México se distrae en ataques personales, en vez de luchar contra el grave problema de la tortura, dijo en Bruselas a Reforma el relator de la ONU en la materia, Juan Méndez.
Asimismo, aseguró que la negativa de la Cancillería mexicana a aceptar que la tortura es una práctica generalizada en el País sólo obstaculiza el combate a un crimen sistemático.
“Los ataques personales son una distracción de la esencia, que es erradicar el grave problema de la tortura en México”, señaló el relator especial de la ONU sobre la tortura y otros tratos o penas crueles, inhumanos o degradantes.
“No gana nadie con este diálogo de sordos con malas interpretaciones”.
”Que yo califique (la tortura) como generalizada me parece que no es injusto ni arbitrario decirlo, y francamente no me han dado ninguna razón para cambiar de idea sobre eso”, añadió.
El subsecretario para Asuntos Multilaterales y Derechos Humanos de la Cancillería, Juan Manuel Gómez, indicó en una reunión privada con senadores que Méndez no fue “profesional ni ético” en su informe sobre este crimen en México.
Esa posición fue avalada por el canciller José Antonio Meade, quien aseguró que el País dejaría de colaborar con el relator.
Méndez, quien pide ser invitado para realizar una visita de seguimiento y dejar de lado el lenguaje ofensivo, también escribió una carta a Jorge Lomónaco, Embajador de la Misión de México ante Organismos Internacionales en Ginebra, designado por la Cancillería.
En otra misiva, este último minimizó el informe al señalar que el relator sólo se basa en 14 casos.
Sin embargo, Méndez defiende su metodología: los 14 casos representan a por lo menos 107 víctimas mexicanas, dice.
Fuente: Reforma