“Yo ya no hablaré nada de este tema ni de ningún tema relacionado a cualquier escándalo”, dijo en Instagram la conductora de Televisa, señalada por haber tenido una presunta relación con el fallecido narcotraficante Arturo Beltrán Leyva.
“Soy una mamá de familia muy dolida. Una mujer y me siendo devastada y muy dolida”, señaló la conductora de Televisa, Galilea Montijo, tras estallar en llanto al pedir que paren los ataques en contra suya y de su esposo Fernando Reina, vinculados a Inés Gómez Mont y el fenecido narcotraficante Arturo Beltrán Leyva “El Barbas” (1958-2009).
La exconductora del programa Hoy de Televisa aseguró que todas las acusaciones en su contra que surgieron tras el escándalo de Gómez Mont y, luego, sobre su esposo y su supuesta relación con Beltrán Leyva, “los tendrá un despacho jurídico” y no volverá a hablar del tema.
Tras saludar a sus seguidores con una voz a punto del llanto, en un video de 4:14 minutos, publicado en su cuenta de Instagram, la trabajadora del espectáculo televisivo de 48 años negó haber tenido alguna relación de negocios con Inés Gómez Mont, prófuga de la justicia, junto con su marido Víctor Manuel Álvarez Puga, acusados de delincuencia organizada y lavado de dinero, por lo que se giró una ficha roja en su contra.
Recordó que su hermana Paola “salió de un lamentable e injusto proceso penal” con la ayuda del jurídico de Televisa. “A nadie más le debo el apoyo a mi familia, solo a nuestro jurídico y a los directivos de mi empresa y eso consta en papeles con el nombre del abogado”.
“Yo ya no hablaré nada de este tema ni de ningún tema relacionado a cualquier escándalo. Espero que lo entiendan ustedes y también los compañeros de la prensa. Y también lo respeten. Siempre me he aguantado y me he callado. Se me ha acusado de muchas maneras, sin pruebas”.
Se autodefinió como una mujer trabajadora “desde los 14 años” y que con su honestidad ha sacado adelante a sus padres y hermanos, pese a que, durante 28 años de carrera artística, ha sido, dijo, difamada de distintas maneras por acusaciones que le duelen y le seguirán afectando emocionalmente.
Sobre su esposo, dijo que es un hombre “intachable, trabajador, gran papá y compañero”. Negó que haya sido suplente del diputado Tonatiuh González en el Congreso de la Ciudad de México ni en ningún otro Congreso.
“Mi esposo dejó de laborar en el Ayuntamiento de Atizapán porque decidió emprender nuevos retos profesionales. Él es ahora integrante del Consejo Directivo de la Industria Mexicana de la Radiodifusión y ahora está colaborando en la realización de un documental sobre feminicidios en América Latina para alertar sobre la violencia de género que nos acecha a diario”, dijo mientras se secaba las lágrimas con la muñeca de sus manos”.
En pleno llanto, aseguró que valora el trabajo que hace su esposo y cómo lo hace. Aseguró que seguirá trabajando con “el profesionalismo” que la caracteriza y conduciéndose con n comportamiento profesional y “de estricto cumplimiento” con la ley.
“Seguiré trabajando como siempre con todo el cariño, el amor, la alegría y profesionalismo que me caracteriza. Perdón para todos ustedes. Seguiré luchando por mi familia, por mi felicidad y por la de ellos. Perdón por ponerme así. Pero, de verdad, ya es demasiado. ¡Perdónenme!”
Fuente: Apro