El ex presidente francés Nicolas Sarkozy compareció ante un tribunal el martes donde negó haber cometido delito alguno y se mostró furioso por las acusaciones de presunta financiación ilegal de su frustrado intento releccionista de 2021.
Sarkozy, de 66 años, está acusado gastar casi el doble de la suma máxima legal de 22.5 millones de euros (27.5 millones de dólares) en la campaña presidencial donde fue derrotado por el socialista François Hollande.
El juicio comenzó el mes pasado y Sarkozy tuvo su primera comparecencia el martes. La corte parisina trata de determinar si estaba al tanto del sistema de facturas falsas con las que se intentó encubrir el exceso de gasto.
“Tienen frente a ustedes a alguien que ha dedicado 40 años de su vida a la política”, dijo ante la corte y agregó que participó de más de 40 mítines, además de dar entrevistas a periódicos y televisoras entre mediados de febrero y mayo de 2012.
Elevando la voz, Sarkozy dijo que fue el líder político de la campaña, pero no intervino en los detalles organizativos y logísticos, ya que, como presidente, tenía otras prioridades.
Sostuvo que “nunca” dio instrucciones directas a los proveedores de servicios a cargo de la organización de sus actos porque un equipo suyo se ocupaba de eso.
También negó enérgicamente que su campaña de reelección en 2012 tuviera una organización mucho más amplia que la de 2007, en la que triunfó y cuya financiación no es objeto de cuestionamientos.
“Quisiera que alguien me explique cómo mi campaña fue más grande en 2012 que en 2007. Eso no es verdad. ¡Y si alguien lo sabe, soy yo!”, dijo.
Un magistrado investigador llegó a la conclusión de que Sarkozy y su equipo decidieron realizar “mítines espectaculares y caros” en 2012, y el costo de la campaña llegó a 42.8 millones de euros (52 millones de dólares) como mínimo.
La investigación no determinó si Sarkozy participó activamente del proceso o dio la orden de tomar medidas fraudulentas.
Además del expresidente, otras 12 personas y la empresa organizadora de los actos de campaña enfrentan cargos de falsificación, abuso de confianza, fraude y complicidad en la financiación ilegal de la campaña, entre otros.
Desde 1990, tras varias escándalos, la ley francesa impone límites estrictos a los gastos de campaña.
Hace tres meses, Sarkozy fue declarado culpable de corrupción y tráfico de influencias en otro casos, veredicto que ha apelado.
Este juicio durará previsiblemente hasta el 22 de junio y posteriormente se dará a conocer el veredicto.