La Fuerza Aérea de Estados Unidos extendió un ultimátum a los propietarios de un terreno en Nevada que actualmente está rodeado de un extenso campo de pruebas militar que incluye a la supersecreta Área 51: Aceptar “una última oferta” de 5,2 millones de dólares antes del jueves o perder su propiedad a manos del gobierno.
La respuesta: No…, al menos por ahora.
Los propietarios, cuyos derechos mineros y minerales datan de la década de 1870, incluyen a descendientes de personas que perdieron sus empresas mineras luego de que la Fuerza Aérea se ubicó en la zona en la década de 1940. Las pruebas nucleares comenzaron en 1951, su trituradora explotó misteriosamente en 1954 y se quedaron sin recursos en 1959 para continuar con su batalla legal en busca de una compensación gubernamental.
“Lo que realmente quieren comprar es nuestra propiedad, nuestros derechos de acceso y nuestra vista”, dijo Joseph Sheahan, de 54 años y quien ha comandado la disputa junto a su prima, Barbara Sheahan Manning, a nombre de unos 20 copropietarios. Ambos son residentes de Henderson, Nevada.
“Preferimos conservar nuestra propiedad, pero está a la venta por la cantidad y condiciones apropiadas”, dijo Sheahan. “¿Por qué no se preguntan a sí mismos lo que le costó a mi familia en sangre, sudor, lágrimas y dinero?”
Ambas partes están lejos de llegar a un acuerdo. Saben que los procesos de expropiación generarán una determinación de “valor justo del mercado” que podría generar una larga batalla legal en los juzgados.
El gobierno federal gradualmente rodeó la propiedad minera —un total de poco menos de 161 hectáreas (400 acres)— al noroeste de Las Vegas, convirtiéndola en una isla privada que únicamente es accesible tras pasar por guardias armados en puestos de seguridad. Los alrededores, 11.654 kilómetros cuadrados (4.500 millas cuadradas) reservados para pruebas nucleares, entrenamiento militar y otras investigaciones, prácticamente duplican la extensión del estado de Delaware.
“El terreno se ha convertido en un riesgo cada vez mayor a la seguridad debido al aumento de las exigencias de pruebas y entrenamientos”, dijo el gobierno en un comunicado del 28 de agosto, en el que presentan su oferta final.
Actualmente, la mina Groom tiene vista al Lago Groom, un lugar tan secreto que el coronel Thomas Dempsey, comandante de la Base Nellis de la Fuerza Aérea, únicamente se refirió el viernes a él como “una de tantas locaciones remotas cercanas al Campo de Pruebas y Entrenamiento de Nevada”.
“Nada que se pueda buscar dentro de las referencias de la Fuerza Aérea designa al lugar como Área 51”, recalcó Jennifer Miller, subsecretaria de instalaciones de la Fuerza Aérea.
Fuente: AP