El papa Francisco ha enviada una carta personal a un mexicano víctima de abusos sexuales perpetrados por una sacerdote católico. En la misiva, el pontífice pide disculpas a Jesús Romero Colín, cuyo historia fue mostrada en el documental “Agnus Dei: Cordero de Dios”, de Alejandra Sánchez Orozco
Por Dalila Carreño/ Reforma
Dos décadas después de que un sacerdote católico abusó sexualmente de él, Jesús Romero Colín recibió una respuesta inédita a su denuncia.
Se trata de una carta escrita de puño y letra del Papa Francisco, en la que le pide perdón y le dice: “En usted, y en los que han sufrido lo mismo, veo la cara de Cristo ultrajada”.
Romero fue víctima del sacerdote Carlos López Valdés.
Su caso, uno de cientos registrados en México, se hizo notorio en 2011 al protagonizar el documental “Agnus Dei: Cordero de Dios”, de Alejandra Sánchez Orozco.
Tras una investigación interna, la Arquidiócesis de México suspendió al cura, pero, cuando Romero le pidió colaborar en el proceso legal contra el agresor, ésta se negó a aportar las pruebas que usó para enjuiciarlo.
Junto con otras víctimas de pederastia en México, Jesús Romero Colín trató infructuosamente de que la Nunciatura Apostólica en México lo ayudara a exponer su caso al Papa Benedicto XVI durante su visita en 2012.
Un año después, envió una carta al Papa Francisco contándole los abusos y denunciando el trato que recibió de la Iglesia mexicana. Tres semanas después, obtuvo respuesta:
“Sr. Jesús Romero Colín: Tengo recibida su carta. Con dolor, vergüenza la releí y también con los mismos sentimientos la respondo. Perdón en nombre de la Iglesia, así con sencillez se lo pido. No me sale otra palabra. Rezo por Usted y por todos los que pasaron por ese martirio (…) Fraternalmente, Francisco”. Para Romero y el ex sacerdote Alberto Athié, la carta del Papa es un buen gesto de solidaridad, pero resulta insuficiente.
Fuente: Reforma