Un grupo de exservidores públicos, de alto nivel en cargos gubernamentales, se disponen a operar recursos de los fondos de pensiones de los trabajadores mexicanos para invertir en proyectos de infraestructura derivados de las reformas estructurales, en particular del sector energético. En principio ya cuentan con unos 2 mil 300 millones de pesos.
En torno del expresidente de la Comisión Nacional del Sistema de Ahorro para el Retiro (Consar), Mario Gabriel Budebo, quien dirige el Fondo EXI: Energía e Infraestructura de México, aparecen nombres como el del ex secretario de Hacienda, Francisco Gil Díaz; el de José Sidaoui, quien se desempeñó como subgobernador del Banco de México y subsecretario de Hacienda y Crédito Público, así como Jaime Zabludovsky, exdirector general de Política de Comercio Exterior y presidente del Consejo Mexicano de Asuntos Internacionales.
Con ellos también participan en el fondo EXI José Luis Guerrero, quien fue consejero de ICA, la mayor constructura del país, y del Grupo Aeroportuario Centro Norte (OMA); Luis Vázquez, fundador de la empresa Diavaz, la mayor productora de petróleo en México después de Pemex. También integran el fondo cuatro administradoras de fondos para el retiro (Afores): XXI Banorte, Banamex, GNP Profuturo y PensionISSSTE; un fondo privado de pensiones, dos aseguradoras y el Fondo Nacional de Infraestructura (Fonadin, que opera el Banco Nacional de Obras y Servicios Públicos, Banobras).
Este jueves Mario Gabriel Budebo encabezó el “timbrazo” protocolario con el que el Fondo EXI quedó formalmente listado en la Bolsa Mexicana de Valores (BMV), donde realizó una emisión de certificados bursátiles por 287.2 millones de pesos.
-¿Por qué tanto interés en la participación de las Afores, cuando la mayoría de los recursos que administran los invierten en instrumentos de deuda del gobierno? -se le preguntó.
-Es un momento crucial, propicio, justo cuando comienza la implementación de las reformas estructurales y se abren los primeros proyectos. La participación de las Afores es fundamental y con esto ellos pueden diversificar sus riesgos y tener un mejor manejo de sus carteras y los proyectos les aportan un flujo estable a lo largo de su vida o de la concesión. En el país se tiene la posibilidad de invertir alrededor de 16 mil millones de dólares para financiar proyectos de infraestructura, pero por el momento sólo se tienen invertidos unos 2 mil 500 millones de dólares, cuando en otros países como Chile o Australia, ese tipo de inversiones representan el 10 por ciento de los activos.
“Tenemos una enorme base de ahorro de largo plazo que permitiría financiar este tipo de proyectos que incluso protegen los recursos del impacto de la inflación, porque las tarifas se ajustan regularmente en la misma proporción que el aumento de precios y son (inversiones en) sectores regulados, con gran transparencia y que dan gran estabuilidad a los fondos de pensiones”, dijo.
Fuente: La Jornada