Un fragmento de la novela póstuma de Carlos Fuentes “Aquiles o el guerrillero y el asesino”, fue anticipado en México al cumplirse cuatro años de la muerte del laureado escritor.
Los manuscritos de la obra del famoso novelista habían estado guardados por mucho tiempo, y fueron escritos y reescritos una y otra vez. El tema de fondo es la guerra del gobierno colombiano contra la insurgencia pero enfocado en el legendario guerrillero y político Carlos Pizarro, asesinado en abril de 1990.
Fuentes estaba esperando que se firmaran los acuerdos de paz entre el gobierno y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), lo que aparentemente ocurrirá en algunos meses.
La viuda de Fuentes, la escritora y periodista Silvia Lemus, explicó en el suplemento dominical “Revista R”, del matutino Reforma, que aún cuando aún no se concretan los acuerdos, el escritor “sí se hubiera decidido en estos momentos a publicarla”.
El crítico literario peruano Julio Ortega, profesor de literatura latinoamericana de la Universidad de Brown, Estados Unidos, fue el encargado de editar el libro, publicado en coedición por la editorial Alfaguara y el Fondo de Cultura Económica (FCE).
Lemus explica que Fuentes sentía una especial admiración por el ex guerrillero y político Carlos Pizarro, ex comandante de la Movimiento 19 de Abril (M-19), que inició el proceso de paz hace más de 30 años, porque a su juicio era una “figura trágica, como tantos héroes latinoamericanos”.
El candidato presidencial de la coalición de centro-izquierda Alianza Democrática fue asesinado en un vuelo de Bogotá a Barranquilla, por un joven de 21 años llamado Gerardo Gutiérrez, sin que se conozca todavía al autor intelectual del crimen.
“Como su modelo, la Iliada, el Aquiles de Fuentes es una epopeya trágica”, señaló Ortega a la revista, quien dijo que mientras unos tienen “su Juego de Tronos, nosotros La muerte de Artemio Cruz”, en relación a una de las novelas fundamentales del escritor.
“Todas nuestras fundaciones son no sólo trágica, sino desgarradas y feroces. Somos países paridos por la guerra”, asegura el crítico y editor.
Lemus explicó que una parte del manuscrito estaba en su estudio de la Ciudad de México y otro en su apartamento en Londres, por lo que tuvo que asumir una actitud “detectivesca” para rescatar el texto, aunque éste se hallaba concluido.
Ortega preparo una edición “solvente y fiel” con los dos fragmentos de manuscritos, “transcripciones parciales, muchas notas y recortes de prensa” así como páginas escritas a mano, según Lemus.
Para elaborar la novela, Fuentes recurrió a muchas fuentes, pero echó mano de sus amigos colombianos, como el escritor Gabriel García Márquez, el pintor Fernando Botero y el ex presidente Belisario Betancur, así como con el ex miembro del M-19 Antonio Navarro Wolff y con la familia de Pizarro.
Lemus señaló que su fallecido esposo “no quiso dejar fuera ningún detalle para conocer íntimamente a su personaje”, abarcando aspectos como su psicología, por qué se hizo guerrillero a pesar de sus antecedentes familiares y educativos ajenos a la izquierda.
El guerrillero, hijo del almirante Juan Antonio Pizarro, perteneció primero a las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia y luego fundó el M-19.
La viuda del autor de “La región más transparente” señala que a Fuentes lo seducía la figura de Pizarrro tanto por su “atractivo y elegancia” como por su “dimensión heroica”.
“No he visto ojos más melancólicos en alguien de mi mismo sexo. Mirada más lejana, amorosa, tierna, risueña, hundida en cuencas tan sombreadas, románticas, como las de un poeta del siglo diecinueve”, describe Fuentes a Pizarro en el fragmento del libro adelantado por los editores.
Fuente: ANSA