La Convención Nacional Demócrata arranca en Filadelfia, pero Hillary Clinton tiene la mira más allá de la ciudad.
Los 20 votos electorales de Pennsylvania probablemente dependerán de los suburbios de Filadelfia. Ningún candidato presidencial en 40 años ha ganado el estado sin ganar en los cuatro condados colindantes con la ciudad.
Desde las refinerías de crudo en el sureño condado Delaware hasta los viejos graneros hacia el norte en Bucks, ese collar suburbano ha crecido con el tiempo y ahora representa más de una quinta parte de todos los votos de Pennsylvania. En la última década y media, su perfil político ha pasado de marcadamente republicano a estrechamente demócrata.
Por ello, la candidata presidencial demócrata y sus aliados están tratando de ganar terreno en el estado, que los demócratas han ganado en las últimas seis elecciones, en la que pudiera ser una difícil elección contra el republicano Donald Trump.
“Eso crea un reto para Trump”, dijo el estratega demócrata Mark Nevins, basado en Filadelfia. “Él tiene que atraer a los moderados en los suburbios”.
Fuente: AFP
Actualmente, los demócratas registrados en la región de cuatro condados superan a los republicanos por aproximadamente 52.000. Eso es un gran cambio respecto al 2000, cuando los republicanos tenían una ventaja de 357.000.
“A medida en que personas se han mudado de Filadelfia a los suburbios, esos han tendido a ser votantes progresistas”, dice Nevins.
Clinton pudiera no conseguir los niveles históricos de respaldo registrados por Barack Obama en Filadelfia en el 2008, pero probablemente va a equiparar o superar sus votos suburbanos”, dijo el ex gobernador de Pennsylvania Ed Rendell.
Obama atrajo el voto negro en Filadelfia por márgenes abrumadores en el 2008 y el 2012. Ganó también los suburbios en ambas ocasiones, aunque por un margen menor en el 2012, resultado del descontento económico, dijo Rendell, que fue además alcalde de Filadelfia.
La estrategia de la campaña de Clinton es atraer a republicanos suburbanos a quienes no les gusta Trump. Éste seguramente ganará terreno en algunos distritos blancos, de clase trabajadora, en Filadelfia y sus suburbios.
“Pero Hillary es más popular en los suburbios de Filadelfia en el 2016 que lo que lo era Obama en el 2012”, dijo Rendell, que predijo que su porción de votos suburbanos superará la del presidente.
Trump ha dicho que puede competir en Filadelfia, cuando prepara una vía hacia los 270 votos electorales necesarios para ganar la presidencia. El millonario apunta a sus victorias en las primarias republicanas en Indiana, Michigan y Pennsylvania como evidencia.
Ganar Pennsylvania y otros estados industriales como Wisconsin y sus 10 votos electorales, pudiera contrarrestar una derrota en Florida, que ofrece 29.