El presidente ruso Vladimir Putin inició el viernes una gira de seis días por Latinoamérica con una parada en Cuba, un aliado clave de los soviéticos durante la Guerra Fría que ha apoyado a Moscú en su disputa con Occidente sobre Ucrania.
Ambos países firmaron cerca de una decena de acuerdos en áreas como la energética, la industrial, el sector salud y la prevención de desastres. Compañías rusas participarán en proyectos petroleros alrededor de Boca de Jaruco, en la costa norte de la isla, y esa cooperación se extenderá a los depósitos de crudo en altamar, informó Cubadebate, el sitio de internet del gobierno cubano.
Otro acuerdo se enfocó en la infraestructura para un nuevo proyecto portuario que Cuba espera se convierta en un centro de transporte regional y atraiga una muy necesaria inversión extranjera.
“Está en la etapa de estudio el proyecto de gran escala con la participación de Rusia, Cuba y con la posible participación de las inversiones de terceros países para formar un gran nudo de transporte. Este presupone la modernización del puerto del Mariel y la construcción de un moderno aeropuerto internacional con una terminal de carga en San Antonio de los Baños”, dijo Putin, de acuerdo con una traducción oficial al español de sus declaraciones.
Moscú además condonará 90% de la deuda de Cuba adquirida en la era soviética, que suma más de 35.000 millones de dólares. El 10% restante será invertido en proyectos de educación en la isla, agregó Putin.
La condonación, dijo Raúl Castro, “es una muestra más y nuevamente una gran generosidad palpable del pueblo ruso hacia Cuba”.
La agencia de noticias rusa ITAR-TASS reportó que Putin se reunió con el expresidente Fidel Castro por una hora para abordar temas como asuntos internacionales y la economía mundial, así como la relación entre Rusia y Cuba. Cubadebate publicó fotografías de Putin y el presidente Raúl Castro en una ceremonia en el Monumento al Soldado Internacionalista Soviético de La Habana.
En medio de la crisis en Ucrania, Cuba y otros países en la región han expresado su apoyo a la postura de Rusia sobre el conflicto, o por lo menos no han hecho críticas abiertamente. Los artículos en los diarios oficiales cubanos suelen presentarla como una lucha contra el extremismo de la derecha que amenaza a los ciudadanos de etnia rusa en Ucrania. A principios del presente año, el ministro del Exterior Bruno Rodríguez criticó las sanciones de Estados Unidos y la Unión Europea impuestas sobre ciudadanos rusos y ucranianos pro rusos.
“Nos sentimos muy satisfechos de que en la arena internacional coincidimos con la actual política de firmeza y política inteligente que está llevando a cabo Rusia, según nuestra apreciación”, destacó el presidente cubano.
Putin viajará a Argentina, cuya presidenta Cristina Fernández acusó a Estados Unidos y Gran Bretaña en marzo de tener un doble criterio al oponerse a un voto de secesión pro rusa llevado a cabo en Crimea mientras apoyan un referendo sobre el estatus de las Islas Malvinas.
Luego visitará Brasil por cuatro días para acudir a una cumbre entre Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica _el llamado grupo BRICS_ en Fortaleza. Planea asistir a la final de la Copa del Mundo en Río de Janeiro y para relevar las labores de país anfitrión. Rusia organizará el Mundial de 2018.
Brasil fue uno de varios países que se opusieron a la posible exclusión de Rusia de una próxima cumbre del G20 en Australia debido a la crisis política.
“Estamos agradecidos a los latinoamericanos por su apoyo en nuestras iniciativas internacionales, incluso la desmilitarización del espacio, fortalecimiento de la seguridad internacional en materia de información, inadmisibilidad de la glorificación del nazismo”, dijo Putin a Prensa Latina en una entrevista antes de su gira.
El viernes, reiteró la oposición de Rusia al embargo de 52 años impuesto por Estados Unidos a Cuba, y el cual pretende aislar económica y financieramente al país de gobierno comunista.
En diciembre de 2000, poco después de su primera elección, Putin visitó la isla y prometió revitalizar las relaciones entre ambos países, las cuales se habían reducido tras la caída del bloque soviético.
Rusia dijo en febrero que busca expandir su presencia militar a nivel mundial y que podría pedir permiso para que sus barcos de la armada usen puertos en Cuba y otras partes en Latinoamérica. En los últimos meses se ha visto un barco ruso encargado de recabar inteligencia atracar varias veces en La Habana.
Fuente: AP