Entre banderas multicolores, música tradicional y rituales andinos, el presidente de Bolivia, Luis Arce, y ex mandatario Evo Morales encabezaron ayer el primer tramo de una caminata masiva de siete días a favor del gobierno, que recorrerá casi 200 kilómetros, desde el poblado de Caracollo hasta la capital La Paz, luego de casi dos semanas de protestas antigubernamentales en el país que provocaron la derogación de algunas leyes.
“Un pueblo marcha porque quiere hacerse escuchar. Quienes han perdido en las urnas quieren ganar de otra manera”, arengó Arce al aludir a la oposición en el inicio de la Marcha por la Patria, a la que se sumaron el vicepresidente David Choquehuanca, los líderes del Senado, Andrónico Rodríguez, y de la Cámara de Diputados, Freddy Mamani.
Con las montañas de los Andes de fondo, integrantes de sindicatos afines al Movimiento al Socialismo (MAS) y otras organizaciones sociales emprendieron la larga caminata por la ruta ondeando banderas de Bolivia y wiphalas (estandarte de los pueblos del altiplano). Además, usaban trajes típicos de telas coloridas, sombreros ornamentados, cascos mineros y los tradicionales sacos en los que aimaras y quechuas cargan sus pertenencias.
En la caravana de más de un kilómetro de largo resaltaban enormes pancartas, algunas con imágenes de Arce y Morales, mientras la multitud gritaba consignas a favor de sus líderes. Algunos detonaban pirotecnia en señal de celebración.
“¡Lucho, no estás solo!”, “¡La derecha no pasará!” “Estamos yendo en defensa de la democracia”, fueron algunas de las consignas que corearon los marchistas.
Las caravanas saldrán de distintos puntos del país rumbo a La Paz, donde manifestarán el apoyo al gabinete presidencial el 29 de este mes frente a la sede de la Asamblea Plurinacional de Bolivia. El ministro de Gobierno, Eduardo del Castillo, informó que la policía coadyuva en el resguardo y la integridad física de todos los manifestantes, al igual que quienes deciden movilizarse de manera pacífica en el país.
Morales denunció que la oposición intentará nuevos golpes de Estado –como el que él vivió tras las elecciones generales de 2019– porque no pueden ganar en las urnas. Recordó que gracias a la conciencia del pueblo se recuperó la democracia en los comicios de octubre de 2020, cuando el MAS ganó con más de 55 por ciento de votos.
“El lunes 29 vamos a reventar La Paz, vamos a demostrar la fuerza del proceso de cambio”, expresó el ex mandatario, quien la víspera fue declarado “persona no grata” por el Congreso de Perú, que lo acusa de injerencia en sus asuntos.
La marcha en respaldo al gobierno fue convocada por Morales el pasado día 12, luego de que alentados por la oposición vendedores ambulantes, transportistas y pequeños comerciantes protagonizaron marchas y protestas en todo el país durante casi dos semanas en contra de la ley 1386 de lucha contra las ganancias ilícitas, la cual se consideró que era confiscatoria.
El gobierno derogó la iniciativa, que según expertos buscaba dejar al descubierto operaciones financieras ilegales, algunas relacionadas con pagos a los perpetradores de los actos violentos relacionados con el golpe de Estado en 2019.
El gobierno replanteará la iniciativa de ley, dado que los compromisos internacionales obligan al Estado boliviano a combatir el lavado de dinero.
El país sudamericano vive una profunda división política desde 2019, cuando Morales fue conminado por la cúpula militar a renunciar, en medio de protestas impulsadas por la oposición que, sin presentar pruebas, lo acusó de fraude electoral en los comicios en los que ganó un cuarto mandato.
El ex presidente y líder opositor Carlos Mesa tuiteó: “nuestra patria es humillada a nivel internacional por la actuación de Evo Morales, el dictador prófugo que se burla de los pueblos hermanos, no respeta la soberanía de los estados y sigue mintiendo sobre el falso golpe para blanquear su fraude” de 2019.
(AFP, Ap, Prensa Latina y Europa Pres)