El escritor, ensayista, crítico literario y periodista mexicano Emmanuel Carballo (1927-2014) falleció este domingo a los 84 años de edad, víctima de un problema cardíaco, confirmó a la prensa su familia.
Carballo es considerado el crítico literario mexicano más importante del siglo XX. Dejó un legado de más de 149 obras, entre libros de entrevistas, poesía, cuento, ensayo, investigación, así como memorias, poemas y cuentos en antologías y prólogos.
Entre sus obras destaca Protagonistas de la literatura mexicana (1965), que el mismo Carballo consideraba su favorito.
Otras de sus obras son El cuento mexicano del siglo XX (1964) y Diccionario crítico de las letras mexicanas en el siglo XIX (2001). “Gran estorbo la esperanza” (1954) es uno de sus cuentos más destacados. Algunos de sus ensayos son “Los dueños del tiempo” (1965), “Agustín Yáñez” (1966), y “La narrativa mexicana” de 1910 a 1969 (1979).
Carballo nació en Guadalajara, Jalisco, el 2 de julio de 1929, y fue uno de los críticos literarios más reconocidos del país.
Su trayectoria le valió gran cantidad de reconocimientos, como el Premio Arlequín (1999); el Premio Iberoamericano de Poesía Ramón López Velarde (2005); el Premio Nacional de Ciencias y Artes en el área de Lingüística y Literatura; el Premio Nacional Periodismo Cultural Fernando Benítez (2006) y la Medalla Alfonso Reyes.
El escritor estudió Derecho en la Universidad de Guadalajara, en donde también fue profesor, investigador de tiempo completo y maestro emérito.
Estaba casado con la también escritora Beatriz Espejo. Carballo fundó la editorial Diógenes, la Revista Mexicana de Literatura (junto con Carlos Fuentes) y el suplemento La Cultura en México de la revista Siempre!. En su natal Guadalajara fundó las revistas Ariel y Odiseo.
También fue miembro del Sistema Nacional de Creadores y del Sistema Nacional de Investigadores; además de formar parte del Consejo de la Crónica de la Ciudad de México y ser becario del Centro Mexicano de Escritores y de El Colegio de México.
Carballo destacó el aporte de Alfonso Reyes y José Vasconcelos como guías de su trabajo. Se reconocía a sí mismo como un crítico enérgico, fiel a su postura de decir lo que pensaba, aunque eso resultara incómodo para otros.
“Soy una figura molesta pero necesaria. Mi papel se presta más a la censura que al elogio. Y es natural, el crítico es el aguafiestas, el villano de película del Oeste, el resentido, el amargado, el ogro y la bruja de los cuentos de niños, el viejo sucio que viola a la chica indefensa, el maniático, el doctor Jekyll y mister Hyde: en pocas palabras, el que exige a los demás que se arriesguen mientras él mira los toros desde la barrera. Si lo anterior fuese cierto, el oficio del crítico estaría más próximo al mundo de la delincuencia que a la ley de responsabilidades. Y yo creo que la crítica es (o debería ser) una profesión como otra cualquiera, con sus derechos y obligaciones”, escribió el autor en su blog emmanuelcarballo.com
Carballo también condujo el programa radiofónico “La Gaceta Cultural del Aire” y el programa de televisión “Invitación a la Cultura”, de 1958 a 1963. Este último obtuvo varios premios como el mejor programa cultural de la televisión mexicana.
Fuente: Sin Embargo