El titular de la Secretaría de Cultura, Rafael Tovar y de Teresa, dio a conocer a la medianoche el deceso del artista plástico Benjamín Domínguez, considerado “por su virtuosismo y conocimiento de las antiguas técnicas” como “heredero de la tradición pictórica mexicana” del barroco, si bien incursionó también en el arte abstracto.
Considerado también un “artífice de sueños”, el pintor nacido en Ciudad Jiménez, Chihuahua, el 31 de marzo de 1942, inició sus estudios profesionales en la Escuela Nacional de Artes Plásticas, en esta capital, a los 20 años de edad.
Más tarde ingresó a la antigua Academia de San Carlos, donde fue discípulo de Francisco Capdevilla, en grabado, y de Nicolás Moreno y Antonio Rodríguez Luna, en pintura, según la Secretaría de Cultura.
Benjamín Domínguez se inició como pintor abstracto y siguió por esa corriente artística a lo largo de una década, posteriormente decidió hacer una interpretación “posmoderna del barroco”, lo que le ganó la admiración y respeto de otros artistas.
El conocimiento del arte barroco lo adquirió por la cercanía con la colección de obras coloniales del Museo Nacional del Virreinato ubicado en Tepotzotlán, Estado de México, donde trabajó durante la gestión del museógrafo Jorge Guadarrama. Tuvo especial acercamiento con las obras en seda, marfil y las esculturas estofadas.
Según un comunicado de la Secretaría de Cultura, un hecho fue determinante en el viraje de su estilo artístico:
“Un día, al visitar la National Gallery of Art, en Washington, D.C., fue testigo de la fascinación que despertaba en el público una obra: La tasadora de perlas, del holandés Johannes Vermeer.
“Aquel día dudó de todo lo que había hecho hasta ese momento y decidió regresar a las enseñanzas de la Academia de San Carlos, a la práctica del arte técnico, del manejo de los colores, de los aceites, los barnices y toda la técnica que gira alrededor de un neoclasicista. Fue así que surgió en 1985 una serie inspirada en el cuadro El matrimonio Arnolfini, del renacentista Jan van Eyck.”
A partir de esta obra europea realizó una serie de 20 variaciones, en las cuales traslada a la modernidad a una pareja que vivió en 1434. En 2012 la Galería Juan Soriano del Centro Nacional de las Artes expuso una colección de 24 obras realizadas por Benjamín Domínguez entre 1985 y 2011, bajo el título El elogio de la mirada.
En 2014 las universidades autónomas de Chiapas y Chihuahua coeditaron el libro Benjamín Domínguez, que incluye un texto de su coterráneo ya fallecido Carlos Montemayor.
Fuente: Apro