Un análisis reciente realizado por News Guard, un sitio web periodístico que califica la credibilidad de portales de noticias, concluye que “la información errónea sobre el brote de coronavirus está superando claramente la información fiable en cuanto a su difusión e interacción en las redes sociales de todo el mundo”, citó Rubén Uriel Rivero Pardo, académico de la Universidad del Valle de México (UVM) campus Hispano.
Además, dijo que la “epidemia de desinformación” alcanza cifras importantes en nuestro país, lo cual nos convierte en el segundo, después de Turquía, con mayor generación de noticias falsas, según el estudio “Radiografía sobre la difusión de fake news en México”.
“En este momento por el que atravesamos, evidentemente se hace relevante el que aparezcan más fake news, existe mucha desinformación en torno al tema, y eso genera muchos conflictos”, expresó.
El académico de carrera tiempo completo de la licenciatura en Comunicación y Medios Digitales en esa casa de estudio, indicó que las fake news se originan a partir de datos que tiene algún organismo, algún partido o algún interesado en tomar esta información y transformarla, se origina muchas veces a partir de información ya existente, en otros casos se crea justamente con ciertos intereses para transformarla.
En general, más allá del entorno que se vive por la pandemia de COVID-19, los intereses detrás de las noticias falsas suelen ser políticos, tachar a un adversario y afectarlo. Algunas páginas buscan tener más seguidores, más clicks, likes y tráfico, lo cual les favorece para ofertar el espacio a anunciantes y vender sus canales.
De acuerdo con el docente de UVM Campus Hispano, el efecto de las fake news puede ser muy grave, pues afectan la conducta de las personas, la toma de decisiones. “Hemos visto cómo a partir de que surgió la crisis por el coronavirus, la gente llegó a hacer compras de pánico, ¿por qué ocurre esto?, porque la gente cree en información falsa y, a partir de eso, toma acciones que generan conflictos, como puede ser, en este caso, el desabasto”.
De este modo, es muy importante que la sociedad se allegué de fuentes oficiales y medios confiables para obtener información, ignorar las noticias falsas y, sobre todo, no compartirlas.
En un comunicado de la UVM, señaló que la mejor manera de evitarlas, es no compartir la información que llegue a través de redes sociales. “Muchas veces, por la situación que atravesamos, por lo real que pueda parecer la información, la recibimos, nos alarmamos y pensamos que es necesario compartirla para que la gente esté enterada, pero si estas noticias son falsas, lo que generamos es justamente desinformación y otros problemas”, explicó.
Otro de los efectos más delicados de las fake news, ocurre en el ámbito emocional. El cúmulo de noticias falsas y desconcertantes, puede provocar mayor angustia y depresión.
Rivero Pardo reiteró que una solución para frenar el efecto de las noticias falsas es no divulgarlas, “es importante que primero verifiquemos la información, verifiquemos la fuente fidedigna de esta, si no tienes posibilidad de hacerlo, hablo por ejemplo de los adultos mayores que no pueden verificar esta información, simplemente yo les sugeriría que no la difundan, con eso de alguna manera contrarrestamos esa desinformación.
Fuente: La Jornada