El gigante petrolero Exxon perforará el campo más profundo del Golfo de México y uno de los más hondos del mundo.
“De los campos que se licitaron, éste es el más profundo. Va de los 2,800 a 3,000 metros”, detalló el presidente de ExxonMobil Exploración y Producción, Ernesto Hidalgo en entrevista con Forbes México.
Esto significa que de la superficie del mar al lecho marino existe esta distancia, más lo que la empresa debe perforar en el subsuelo. “Ése es uno de los elementos particularmente retadores”, según el directivo, que requerirá tecnología de punta en cuanto a taladros petroleros.
El pasado 5 de diciembre de 2016, durante la Ronda 1.4 de aguas profundas en México, Total E&P México, en consorcio con Exxon, se adjudicó el contrato para la segunda área del Cinturón Plegado Perdido (CPP), de 2,977 kilómetros cuadrados. El consorcio franco estadounidense ofreció al gobierno mexicano una regalía adicional de 5%, por encima del mínimo 3.1% solicitada por las autoridades, y un factor de inversión adicional de 1.5; con una oferta de 44,150 millones de dólares (mdd).
Al preguntarle sobre la inversión que requerirá esta área en aguas profundas, Hidalgo dijo que dependerá de si descubren petróleo.
“Depende de cada caso, es muy difícil decir cuánto cuesta, porque cada campo es distinto. Depende de las condiciones en el subsuelo”.
Para darnos una idea, recordó el directivo, ejemplificó con BHP y Pemex ganaron un campo de petróleo descubierto con un nivel de inversión que supera los 10,000 mdd.
“Te da una idea de donde puede estar, pero cada caso es único”.
Los primeros jugadores privados ya han reportado resultados positivos, incluso, en aguas someras. La petrolera de origen italiano, Eni, perforó su primer campo gracias a la reforma energética de 2013 y ha dicho que prevé sacar más petróleo de los 800 millones de barriles estimados originalmente.
Sobre las fechas de perforación, detalló que aún no están definidas, y serán determinadas por Total, que es la empresa operadora. “Tenemos que hacerlo dentro del periodo exploratorio, de entre 4 y 5 años”.
¿Interés en la Ronda 2?
Este gigante petrolero fundado en 1859, con un valor de 363,300 millones de dólares, tiene el mandato de analizar todo tipo de oportunidades en México, desde la exploración y extracción (upstream), pasando por la refinación, almacenamiento y transporte (midstream) hasta la venta de combustibles al consumidor (downstream), dice Hidalgo.
“En el tema de upstream de la ronda 2, creo que vamos a analizarla con mucho cuidado. Lleva meses. Todavía no sabemos la cantidad de bloques que se va a ofertar”.
El presidente de exploración y producción de la empresa estadounidense dijo que aún falta mucho estudio para determinar a dónde vamos a ir en esa fase de licitaciones, “pero lo haremos con la misma disciplina, enfoque y cuidado de la ronda 1. Si encontramos algo que sea globalmente competitivo sin duda vamos a ir a ganarlo en la licitación”.
Certeza de reformas, más allá del próximo presidente
Las reformas estructurales como la energética dan mucha certeza a su empresa, respondió Hidalgo al preguntarle sobre los riesgos que enfrentaría el sector energético si políticos como Andrés Manuel López Obrador, actual presidente del partido Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) y puntero en las encuestas presidenciales, cumple su promesa de hacer un referéndum público sobre las reformas de la administración de Enrique Peña Nieto, en caso de que gane su partido.
“El proceso electoral apenas está empezando. Ya veremos qué es lo que al final proponen, pero las leyes mexicanas son muy claras sobre cómo se pueden cambiar las reglas del juego, que es a través del Congreso y, en este caso, cambios a la Constitución”, añadió.
Exxon emplea a 75,600 personas y factura 236,810 mdd anuales. Ocupa el lugar 9 de la lista Global 2000 de Forbes.
Fuente: Forbes