La extorsión ocupa el segundo lugar en la lista de delitos y la tercera parte de las víctimas de extorsión telefónica termina pagando con dinero en efectivo, depósitos de tiempo aire de telefonía celular, joyas, vehículos y hasta bienes inmuebles
El timbre del teléfono fijo alertó al administrador de una pequeña empresa en la delegación Tlalpan cuando una voz desconocida le advirtió que tenía secuestrada a una de sus hijas y debía entregar el dinero que en ese momento traía consigo.
El hombre, de 80 años, no dudó y enseguida dictó el número de su teléfono celular para continuar la comunicación. Hurgó en la pequeña caja en la que guardaba algunos billetes y salió de la oficina caminando sin decir nada a los empleados que estaban a su lado.
Afuera ya lo esperaban los extorsionadores a la distancia. Sin dejar de hablar con ellos, le indicaron que tomara un taxi para llegar a una tienda Oxxo ubicada a escasas cuadras. Tenía prohibido decir algo, pues los sujetos le dijeron que en otro vehículo iba la persona secuestrada.
El hombre siguió atento. Señala que le describieron cómo iba vestido, las placas del taxi en el que viajaba y los autos que estaban cerca. Al llegar a la tienda, siguieron las indicaciones por teléfono móvil.
“Vas a entrar y como si no pasara nada, me vas a avisar cuando estés en la caja para dictarte el número de cuenta, depositas los seis mil pesos que tienes y sales, aquí seguimos”, le dijo el delincuente.
El padre de familia hizo el depósito y, al salir, la voz desconocida le indicó que caminara unos metros para después ordenarle que rompiera el recibo del depósito, así, en diminutos pedazos que finalmente tiró sobre la banqueta.
Sigue caminando, en la siguiente esquina estamos bajando a tu hija para que te encuentres con ella”, le indicaron para después terminar la llamada.
Fue hasta ese entonces que el hombre llamó a su familia y al preguntar por su hija le confirmaron que estaba en su trabajo. Aunque presentó la denuncia, las autoridades no tienen alguna prueba que les permita identificar a los delincuentes. Tan solo el número que se registró en el teléfono, el cual ya está cancelado.
Casos como este se suman a las denuncias que también recibe el Consejo Ciudadano de la Ciudad de México, y cuyas estadísticas advierten de un incremento de 41.7 por ciento de este delito en el último año.
El organismo que encabeza Luis Wertman revela que cada hora se denuncian 32 extorsiones en promedio, derivado de las 283 mil 245 casos que documentaron durante 2015.
“La extorsión telefónica es un delito al alza en el país, a pesar de que en la Ciudad de México cayó el año pasado. Mientras los capitalinos hemos adoptado medidas de prevención y denunciamos cada vez con mayor frecuencia, en la mayoría de los estados de la República el incremento es notorio.
“Ya es el segundo delito, como decía, más cometido en México y contamos con las herramientas para disminuirlo; sin embargo, nos hace falta denunciar e identificar números telefónicos, cuentas bancarias y formas de operación de delincuentes que logran grandes cantidades de dinero desde la comodidad de un domicilio haciendo llamadas para atemorizar y engañar”, señaló el funcionario.
De acuerdo con el informe del consejo, en 33 por ciento de las llamadas de extorsión, la víctima paga con dinero en efectivo, depósitos de tiempo aire de telefonía celular, joyas, vehículos y hasta bienes inmuebles.