Como funcionarios defendieron con fervor reformas neoliberales argumentando que eran para el bien de México. Pero los principales beneficiarios fueron ellos mismos. Gente como Luis Téllez Kuenzler, Guillermo Ortiz Martínez, Francisco Gil Díaz y Carlos Ruiz Sacristán, entre otros muchos, usaron las reformas que promovieron, su experiencia en el sector público, la información que manejaron y la red de contactos aneja al poder para insertarse en la iniciativa privada y alimentar sus fortunas. ¿El sector más afectado por este fenómeno? El petrolero.
Por Jesusa Cervantes/ Proceso
Ocuparon secretarías de Estado, crearon consultorías, entreveraron sus intereses privados con los públicos, adquirieron proyección mundial a través de centros académicos e ingresaron en organismos internacionales. Se trata de los impulsores de las reformas estructurales: al final se quedaron con el botín y fueron los beneficiados de la reforma energética.
Luis Téllez Kuenzler, Guillermo Ortiz Martínez, Francisco Gil Díaz y Carlos Ruiz Sacristán, comparten un sello que los identifica. Todos ocuparon posiciones clave durante la administración de Ernesto Zedillo Ponce de León, pero también son algunos de los grandes contratistas de Petróleos Mexicanos.
Zedillo —quien como nadie accedió a información privilegiada— empujó privatizaciones como la de Ferrocarriles Nacionales de México… Para después ser miembro de la empresa compradora. Y dejó escuela.
Así, Guillermo Ortiz, impulsor de reformas fiscales y financieras en la época zedillista y de la autonomía del Banco de México, fue nombrado “senior advisor” de la firma de capital e inversión privada en infraestructura más grande del mundo, First Reserve. La firma se especializa en energía y —gracias a la reforma energética— en abril de 2015 logró el millonario contrato para construir los gasoductos del proyecto Ramones II.
Otro cercano colaborador de Zedillo fue Carlos Ruiz Sacristán, quien durante aquel sexenio promovió reformas en el sector energético. Hoy es director de Sempra Energy o Inova, empresa que se quedó con el contrato de Pemex para la construcción de la primera parte de Ramones I.
Otro, y quizá el más importante por la nueva posición que logró luego de aprobada la reforma energética de Enrique Peña Nieto en diciembre de 2013, es Luis Téllez Kuenzler, quien en septiembre de 2014 y gracias a los votos de PRI y PVEM en el Senado, logró incrustarse en el Fondo Mexicano del Petróleo para la Estabilización y el Desarrollo.
Entre sus funciones está determinar si la “renta petrolera” se entrega primero al pago de proveedores de Pemex o al gasto social. Sin ser oficialmente funcionario, pues así lo determinó la reforma energética, Téllez es además de miembro del Fondo Petrolero, “consejero senior” de uno de los fondos de inversión más grandes del mundo: Kohlberg Kravis Roberts & Co. (KKR), que en diciembre del año pasado logró un millonario contrato para arrendar bienes a Pemex y que antes era de la empresa mexicana.
Uno más: Francisco Gil Díaz fue promotor de las reformas fiscales y financieras desde la administración de Carlos Salinas de Gortari, siguió siéndolo en la de Zedillo y luego tuvo posiciones clave en los gobiernos panistas.
FUNCIONARIOS, DE LÍDERES DE OPINIÓN A CONSEJEROS
“Mediante un acuerdo firmado hoy con Pemex, los fondos Blackrock y First Reserve adquieren participación en la construcción de Los Ramones II”, publicó el 26 de abril de 2015, vía Twitter, el corporativo Pemex. Iniciaba así, oficialmente, la entrada de los fondos de inversión en la venta de garaje de la principal paraestatal de México.
Las élites neoliberales en el país, como las llama Alejandra Salas-Porras, doctora en ciencias políticas por la London School of Economics and Political Science y profesora titular de la UNAM, han logrado formar un poder transexenal.
En su estudio “Las élites neoliberales en México: ¿cómo se construye un campo de poder que transforma las prácticas sociales de las élites políticas?”, publicado en el número 222 de la Revista Mexicana de Ciencias Políticas de la UNAM, la analista menciona a 127 políticos que han transitado por diversos sexenios y ubica a “22 funcionarios clave que participaron más intensamente en construir un proyecto neoliberal y han estado en los círculos más altos del poder”.
Entre los “servidores públicos” que incluye la autora, está Luis Téllez. Egresado del Instituto Tecnológico Autónomo de México y del Massachusetts Institute of Technology, fue secretario de Comunicaciones y Transportes, de Energía, jefe de la Oficina de la Presidencia, subsecretario de Agricultura y titular de Hacienda. Desde septiembre de 2014; Téllez es integrante del Fondo Petróleo, pero con una ventaja: no tiene categoría de funcionario público. Así, en la práctica no tiene que rendir cuentas.
Medio año más tarde, uno de los fondos de capital más importantes del mundo, KKR, decidió contratarlo debido a su amplia experiencia en el sector público, la información privilegiada con que cuenta y las grandes redes internacionales que formó.
Así, el 14 de abril de 2015, KKR lo nombró “consejero senior”. De él, dijo la firma: “Ha tenido una distinguida carrera tanto en el sector público como en el privado y para nosotros es un placer tenerlo como asesor. Creemos que tanto los inversionistas como las empresas en México están buscando socios para apoyar en sus objetivos de crecimiento y de inversión, y Luis Téllez ofrecerá una visión valiosa que apoyará esos esfuerzos y ayudará a crecer nuestra franquicia en México”.
El 17 de diciembre de 2015, KKR firmó, a través de su filial Marverde Infraestructura, S.A. de C.V., el contrato de 3 mil 840 millones 611 mil 154 dólares con Pemex para “arrendamiento financiero de obras en proyectos de Pemex Exploración y Producción”.
Otro funcionario federal que ha ocupado posiciones que van desde subsecretario y secretario de Hacienda hasta gobernador del Banco de México y luego saltó a la consejería de empresas proveedoras de Pemex es Guillermo Ortiz Martínez.
Merced a su amplia experiencia, Ortiz logró ser invitado por otro proveedor de Pemex, el fondo de inversión First Reserves, que a partir de 2016 lo incluyó como “senior advisor”.
First Reserve, junto con el fondo Blackrock, logró en marzo de 2015 la firma del entonces director de Pemex, Emilio Lozoya Austin, que le permitía quedarse con la construcción de la segunda etapa del gasoducto Los Ramones II a cambio de una inversión de 900 millones de dólares.
La Cofece autorizó la venta de la empresa creada por Pemex, TAG Norte y TAG Sur a los dos fondos, para que estos, a su vez, iniciaran la construcción de Los Ramones II. Pero First Reserves no sólo consiguió la construcción de Los Ramones II, también, en sociedad con México Power Group, filial de Cannon Power Group, desarrolla el parque eólico La Bufa, en Zacatecas.
Fuente: Proceso