Por Isaac Garrido
Para el escritor mexicano Jorge Alberto Gudiño escapar a la violencia cotidiana es imposible. Sus efectos, dice, ocasionan que la sociedad se acostumbre a vivir con ella.
La violencia “permea muchísimo. Más de lo que uno querría aceptar. De pronto uno se da cuenta cuando escribe o piensa. Uno incluso ha modificado cosas muy simples de su vida porque la violencia está ahí”, dijo el escritor en una entrevista reciente con The Associated Press a propósito de su novela “Justo después del miedo” publicada en marzo por Alfaguara.
“Hay incluso ligeras dosis de angustia si uno va con los niños en la calle. Nos hemos ido acostumbrando a muchas cosas de violencia. La tarea de los escritores es entenderlas como una forma de adentrarse a la psique humana”, agregó.
Su libro explora el miedo a través de las historias de Alistair Peak, un hombre que lo pierde todo, y Laskie, un sicario que encuentra placer en el dolor ajeno, cuyos mundos se ven unidos por una exhibición de arte con un alto contenido de violencia.
Definida por el autor como su novela “más cinematográfica”, no se trata de una obra sensacionalista, pues no resulta explícita. Gudiño señala que el toque gore “depende del lector”.
“Es casi casi cinematográfico: justo cuando va a pasar lo más violento se gira la cámara, se escucha el ruido o se ve la cara del que sufre y uno como lector llena ese hueco que es completamente gore”, explicó. “Estoy apelando muchísimo a la complicidad del lector porque yo no quería describir una escena gore, describirla es difícil y me da la impresión de que descrita, ya sin los recursos de la cinematografía, queda mal, es imposible”.
El también autor de “Instrucciones para mudar a un pueblo” señaló que buscó entender algunas de las consecuencias de la violencia, como el efecto de “desensibilización” por el que podrían pasar algunos sicarios
“Sigo sin comprar la idea de que son invulnerables a la violencia que ellos mismos generan”, dijo sobre los asesinos a sueldo.
Al mismo tiempo se adentra en la complejidad del miedo y los sucesos que lo detonan.
En el libro, que conjuga elementos de suspenso y terror, los protagonistas reaccionan de distintas formas ante las sensaciones extremas que experimentan al visitar la exposición con fotos y videos que dejan entrever actos como mutilaciones y asesinatos. Partiendo de ello, buscó explorar la incredulidad que genera aceptar esos sentimientos.
“Frente a una exposición tan violenta o uno se asquea o siente ese goce culposo, la estación morbosa, y eso es algo de lo más natural”, señaló. “Lo que más me interesa era qué pasa en el momento posterior”.
Ante el recelo que tienen algunos lectores para diferenciar los subgéneros de terror, Gudiño celebró que “Justo después del miedo” sea una novela difícil de catalogar: “La idea de que no pueda definirse es algo que me resulta atractivo. A veces encasillar los libros mete a los propios libros en problemas y luego tienen que cumplir ciertas expectativas que no necesariamente han generado”.
Gudiño, también catedrático, sobresalió en la escena contemporánea de la narrativa mexicana al ganar el Premio Lipp de Novela por “Con amor, tu hija” (2012), en la que abordaba el tema del incesto consensuado.
Al preguntarle si ha hecho de los temas crudos su sello, respondió que “de eso se trata la literatura, de enfrentarse a los demonios de uno”.
“El día que escriba una novela rosa y cursi me voy a preocupar un poco”, bromeó el autor, quien ahora prepara una novela policiaca.
* Isaac Garrido está en Twitter como https://twitter.com/igarridoap
Fuente: AP