En una de las más escandalosas causas armadas por el gobierno de Mauricio Macri, los medios y la justicia, el juez federal Julián Ercolini sobreseyó este jueves a la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner por inexistencia de delito, y debió devolverle el bastón de mando presidencial hallado en su casa de El Calafate, en la provincia de Santa Cruz, durante un insólito allanamiento ordenado por el juez Claudio Bonadío, que duró cuatro días, y cuando se llevaron cuadros y objetos personales de la ex mandataria, en una saga de persecución y venganza. Que ha caracterizado el proceder judicial de estos últimos tres años.
De inmediato los medios afines al gobierno insinuaron que la ex mandataria se había “robado” un bastón de mando, entre otras falsas noticias sobre el allanamiento, ocasión en la que se rompieron paredes buscando dineros inexistentes y otros daños, impidiendo que asistiera al allanamiento, como es norma, el abogado de Fernández de Kirchner.
El bastón en cuestión le fue regalado por la familia del ex presidente Héctor Cámpora (1973-1974), quien fue presidente de Argentina entre mayo y julio de 1973, en lo que fue una verdadera y breve primavera democrática. El también presidente de la Cámara de Diputados, que ya había sido encarcelado durante la dictadura de la llamada Revolución Libertadora que derrocó al general Juan Domingo Perón, en septiembre de 1955 cuando estaba en un segundo mandato, elegido por más de 60 por ciento de los votos.
Cámpora hizo posible –entre otros- el retorno de Perón al país en 1973 y llamó a elecciones en forma inmediata para que éste volviera a encabezar un tercer gobierno en el país, después que terminó la extensa proscripción al Partido Peronista. Había un larga historia detrás de ese bastón de mando, que vergonzosamente se llevaron de la casa de la ex mandataria.
Ercolini sobreseyó a Fernández de Kirchner en esta causa surrealista y ordenó devolverle el bastón, porque lo investigado “no encuadra en una figura penal”.
Bonadío ordenó este allanamiento e incluso dispuso de fuerzas federales, algo inapropiado, para realizarlo dentro de la gran causa falsa de las llamadas “fotocopias” de un supuesto cuaderno que nunca apareció y que está a punto de derrumbarse ante las evidencias de armado de este juicio.
Las evidencias saltaron a luz desde febrero pasado, ante las investigaciones ordenadas por el juez de Dolores provincia de Buenos Aires, Alejo Ramos Padilla, ante el chantaje denunciado por un empresario al que se le intentó cobrar un soborno, para no ser incluido en esa causa. Esto llevó al allanamiento de un agente de inteligencia de por lo menos tres país, Marcelo D´Alessio y surgió suficiente documentación sobre una verdadera asociación ilícita para armar causas que involucran a funcionarios y entidades gubernamentales, a medios de comunicación, periodistas y jueces, en uno de los escándalos judiciales más grandes del país, que el gobierno de Macri intenta detener, sin lograrlo hasta ahora.
El juez Bonadío que tiene varias causas abiertas sin fundamentos ni pruebas contra la ex presidente y actual candidata a la vicepresidencia por un frente de unidad, instaló una denuncia penal en una causa aparte “bajo la sospecha de que se trataba de aquel que utilizó el ex presidente Arturo Frondizi, perteneciente al Museo de Casa de Gobierno”, y que había sido sustraído, supuestamente por la ex mandataria.
Pero la familia Cámpora advirtió que era el bastón de mando de Héctor Cámpora donado al ex presidente Néstor Kirchner (2003-2007) y a su familia. Por supuesto, el juez debió concluir que nunca fue sustraído y cerró definitivamente esta causa, una de las tantas abiertas contra Fernández de Kirchner, cuya popularidad aumenta cada día en las encuestas hacia las elecciones de octubre próximo.
El juez también sostuvo que “los ex funcionarios nacionales Jorge Taiana y Alberto Fernández, asistentes al acto celebrado el día 28 de diciembre de 2006, en el que el ex presidente de la Nación Néstor Kirchner recibió los atributos presidenciales donados por los familiares del también ex mandatario Héctor Cámpora”, declararon como testigos y reconocieron el bastón en fotografías, que era un regalo personal.
Fuente: La Jornada