Cientos de personas marcharon este miércoles en la capital de Honduras, para exigir la renuncia del presidente Juan Orlando Hernández por acusaciones de que habría recibido dinero del narcotráfico para las campañas políticas que lo llevaron al poder.
Por otra parte, miles de partidarios de Hernández se congregaron para respaldar al mandatario, que enfrenta delaciones de ex capos de la droga, quienes lo han señalado durante un juicio que se le sigue a su hermano menor, Tony Hernández, detenido en Estados Unidos.
El segundo período presidencial de Hernández, que arrancó en enero de 2018 tras ganar por apenas 1.5 puntos porcentuales, está siendo ensombrecido por protestas periódicas, denuncias de fraude electoral y violación a la Constitución que prohíbe la reelección. La oposición le ha pedido que dé un paso al costado.
“Está comprobado en las cortes de Nueva York que Juan Orlando Hernández es un narco”, dijo Mario Fortín, ingeniero de 52 años en la protesta opositora opacada por una fuerte lluvia.
“Él debe renunciar y enfrentar a la justicia (pero) no aquí porque la justicia en Honduras es sólo una palabra. Debe ser juzgado en Estados Unidos”, agregó rodeado de otros manifestantes que marchaban hacia la casa de gobierno con carteles de “fuera JOH”, las iniciales del mandatario.
Poco antes, Hernández volvió a asegurar que el juicio contra su hermano es usado por narcos e incluso expolicías que fueron extraditados a Estados Unidos durante su gobierno para vengarse de él y de funcionarios que los persiguieron.
“El presidente no es responsable de lo que ha hecho su hermano. Él ha luchado y sigue luchando contra los criminales y narcotraficantes que ahora lo acusan”, dijo Marta Izaguirre, una universitaria de 25 años en la concentración oficialista.
La semana pasada se inició en Manhattan un juicio contra el hermano del mandatario, Juan Antonio “Tony” Hernández. Según los alegatos, “Tony” traficó durante años toneladas de cocaína a Estados Unidos bajo la protección de su hermano. Incluso, el menor de los Hernández recibió personalmente un soborno para el mandatario del narco mexicano “El Chapo” Guzmán.
El gobernante admitió en 2015 que en su primera campaña presidencial recibió dinero de empresas vinculadas a un enorme escándalo de corrupción en el país, pero aseguró desconocía el origen de los recursos. (Reporte de Gustavo Palencia; Editado por Diego Oré)
Fuente: Reuters