Anoche circuló un desplegado firmado por 15 ex gobernadores del Partido Revolucionario Institucional (PRI), entre ellos Enrique Martínez, José Natividad González, Rogelio Montemayor, Fernando Baeza, Armando López Nogales y Samuel Ocaña, en el que lamentan la decisión de Alejandro Moreno Cárdenas de rechazar y diferir el diálogo con los ex dirigentes nacionales para contribuir a enfrentar la grave crisis por la que atraviesa el partido.
Esos priístas, a quienes se llama “distinguidos”, advierten en el texto –cuyo responsable es Ernesto Hernández– que “por el bien del partido, es tiempo de considerar una pronta renovación de la dirigencia actual, de convocar a una revisión a fondo de los documentos básicos, de contar con una nueva narrativa de proyecto alterno de país. Aún es tiempo de reposicionarnos para participar con activos suficientes, en alianza o coalición con otras fuerzas políticas, en la búsquedas de triunfos electorales y en la defensa de proyecto de nación que deseamos”.
En tanto, las dirigencias de la coalición Va por México (PAN y PRI) demandaron al gobierno federal “el cese inmediato del hostigamiento a la libertad de expresión, así como el acoso y persecución contra adversarios políticos”. En un comunicado de prensa, la oposición abordó, sin mencionar a Moreno Cárdenas, el conflicto que se ha generado por la controvertida dirigencia del priísta.
De gira en Ginebra, el campechano publicó en sus redes sociales que ayer intervino en la reunión de la Internacional Socialista (IS), celebrada en esa ciudad suiza, para denunciar la persecución que, asegura, ha orquestado el gobierno federal en su contra. Ya antes había lanzado una respuesta a la situación que afronta: “Sólo muerto dejaré de luchar por la democracia; lo que busca el gobierno es que yo me calle y la respuesta es: ¡no!”
Alito subrayó que su salida del país no significa haber huido. Aseguró en un comunicado de prensa que se habrá de encontrar con la alta comisionada de Derechos Humanos de la Organización de Naciones Unidas, Michelle Bachelet, para después retornar al país, porque le espera una agenda cargada de trabajo.
Antes expuso que la razón de su gira es “hacer una campaña internacional para denunciar y que el mundo ponga los ojos en México”, porque con los ataques en su contra, “lo que Morena y el gobierno buscan es destruir a la coalición Va por México; no podemos permitirlo y vamos a fortalecerla. Esto se inició cuando votamos la reforma eléctrica en contra. Quieren desaparecer el Instituto Nacional Electoral, el Tribunal Electoral, las instituciones, y no lo vamos a permitir”.
En cuanto al nuevo audio que dieron a conocer la gobernadora de Campeche, Layda Sansores, y el fiscal de la entidad, Renato Sales Heredia, volvió a descalificar esa campaña mediática: “es todo un show chafa; es una calumnia, una difamación, avalado por el gobierno de la República. Están empeñados en destruir a la oposición”.
Las dirigencias de PAN y PRI reiteraron su reproche al gobierno federal porque está obligado a “detener el río de sangre que ya sobrepasa los 126 mil homicidios dolosos, casi el doble de los ocurridos en el sexenio pasado y el triple de los registrados en el sexenio antepasado”.
Por ello, la coalición “espera que el presidente de la República (Andrés Manuel López Obrador) presente a la brevedad un plan para frenar la violencia en el país, en plena coordinación institucional con municipios y gobiernos estatales y con resultados medibles en el corto, mediano y largo plazos para que México recupere la tan anhelada paz social.”
Fuente: La Jornada