El ex director del Fondo Monetario Internacional (FMI) y ex vicepresidente del gobierno español, Rodrigo Rato, se encuentra en la lista de mayores morosos de la Hacienda pública española, con algo más de un millón de euros. Al cierre del ejercicio fiscal del 2017, entre las sociedades mercantiles y las personas físicas se registró una deuda de algo más de cinco mil 350 millones de euros (133 mil 750 millones de pesos).
Tras una reciente reforma de la ley fiscal, aprobada por el anterior gobierno del derechista Partido Popular (PP), se permite la publicación y difusión pública de la lista de morosos al erario público. Y en la lista de mayores deudores como contribuyentes a título individual figuran algunas personalidades de la política, el futbol y el mundo del espectáculo. Entre ellos el ex líder de la derecha española Rodrigo Rato, quien además enfrenta varios casos de corrupción, tráfico de influencias, malversación, cohecho y falsedad documental.
Cabe recordar que Rato fue el artífice de la política económica durante los ocho años en el gobierno del derechista José María Aznar (1996-2004) y tras ser defenestrado como sucesor para presidir el gobierno fue impulsado en los organismos internacionales para detentar el cargo de director del FMI, un cargo que ocupó durante dos años y al que renunció de forma precipitada y sorpresiva para hacerse cargo de una caja de ahora, Bankia, que unos meses después quebró y se llevó por delante a miles de pequeños y medianos accionistas y ahorradores.
Además de Rato, que debe algo más de un millón de euros (25 millones de pesos), entre los morosos con la Hacienda pública también figura el cantante Miguel Bosé -que debe casi dos millones de euros-, el ex banquero Mario Conde (15 millones), el futbolista brasileño Dani Alves (2,5 millones) y el periodista español afincado en México Antonio Navalón, que debe algo más de dos millones de euros.
La mayoría de los morosos con el fisco español son accionistas o dueños de empresas que entraron en quiebra o en concurso de acreedores y que, por tanto, están todavía negociando su deuda con el Estado español.
Fuente: La Jornada
