Sólo podrán entrar los nacionales europeos que estén en fuera de los 27 países de la UE y los ciudadanos de terceros países que sean residentes legales de larga duración en algún país europeo.
La Unión Europea (UE) anunció que sus gobiernos aprobarán este martes el cierre total de las fronteras europeas. En una decisión histórica, el bloque decide aislarse del resto del mundo para frenar al virus. Entiende que si confina a sus 440 millones de habitantes (el cálculo no incluye a los británicos) y evita en lo posible los contagios internos, cerrar las fronteras servirá para volver a importar el virus.
Sólo podrán entrar los nacionales europeos que estén en fuera de los 27 países de la UE y los ciudadanos de terceros países que sean residentes legales de larga duración en algún país europeo. Las demás personas a las que se permitirá la entrada, como diplomáticos o personal sanitario, pasarán estrictos controles. La propuesta de la Comisión Europea será aprobada este martes por los dirigentes del bloque en una cumbre que, ante la amenaza del virus, se celebrará por videoconferencia.
Europa cerrará todos sus accesos. Por tierra, mar y aire. La prohibición se aplica de forma inmediata a los nacionales de los 62 países a los que la UE no exige visado. Los consulados de los países europeos no emitirán más visados para los nacionales del resto del planeta.
El cierre de las fronteras externas se acompaña del cierre casi total de las fronteras internas. La Comisión Europea pasó días pidiendo a los gobiernos que no cerraran agarrándose a las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud, que aseguraba que esos cierres eran inútiles si el virus ya estaba propagándose en el interior de cada país.
Pero Bruselas no consiguió impedir los cierres y ayer sólo pedía que se mantuviera la libre circulación de las mercancías indispensables, como alimentos y material médico. Algunos gobiernos, como el austríaco, están incluso levantando de nuevo las garitas fronterizas que toda Europa había eliminado a finales de los años 90 del pasado siglo.
El cierre europeo es una medida casi sobrevenida porque las compañías aéreas, ante la caída brutal de la demanda, ya estaban dejando sus aviones en tierra. Algunas, como Scandinavian Airlines, anunciaron que ningún avión despegaría. Gigantes como British Airways, Iberia, Air France, KLM, Lufthansa o las aerolíneas de bajo coste como Easyjet o Ryanair están operando porcentajes mínimos de su operativa habitual, en muchos casos inferiores al 10%.
La Unión Europea entra en un período sin precedentes. Todos los gobiernos del bloque han impuesto en los últimos días medidas draconianas para confinar en lo posibles a sus poblaciones. Este martes no quedará ni una escuela abierta en el continente, apenas bares o restaurantes, una mínima cantidad del comercio (alimentación y farmacias), una situación que sólo recuerdan los europeos que vivieron la Segunda Guerra Mundial.
La retórica bélica ya forma parte de los discursos de los dirigentes. El presidente del Parlamento Europeo, el italiano David Sassoli, dijo ayer que Europa vive “la crisis más grave desde el final de la Segunda Guerra Mundial. La UE debe concentrar todos sus esfuerzos en la batalla contra el Covid-19. Tenemos que hacer todo lo posible para salvar la vida de los ciudadanos”. Macron había marcado el tono: “Estamos en guerra”.
Fuente: El Clarín