Estados Unidos y sus aliados miran más allá del dividido Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas para legitimar una acción militar contra Siria, tratando de sentar fundamentos sólidos para un ataque y obtener amplio respaldo internacional.
Estados Unidos, Gran Bretaña y Francia han dejado en claro su convicción de que el gobierno del presidente sirio Bashar Assad es responsable de un reciente ataque mortal con armas químicas en los suburbios de Damasco, y que tal acto exige una veloz respuesta internacional.
Eso ciertamente requeriría actuar sin la aprobación del consejo, en el cual Rusia y China han utilizado consecuentemente su poder de veto para desviar una respuesta fuerte al conflicto sirio, que dura ya dos años y medio. También significaría actuar mucho antes de que un equipo de inspectores de armas químicas de la ONU, que se encuentra ahora en Siria, entregue una valoración sobre si ocurrió tal ataque.
La tarea inmediata para cualquier coalición encabezada por Estados Unidos será obtener el apoyo de organizaciones internacionales cruciales fuera de la ONU.
Un camino puede ser convencer a la Organización del Tratado del Atlántico Norte de que participe o incluso que encabece una eventual acción militar. Eso ayudó al gobierno del entonces presidente Bill Clinton a crear un marco de legitimidad en la guerra de Kosovo a finales de la década de 1990, a pesar de que el Consejo de Seguridad, con oposición firme de Rusia, nunca aprobó la campaña de bombardeo a Belgrado, dijo Ken Pollack, un experto en asuntos político-militares de Medio Oriente en el Brookings Institute.
“Es bien sabido que la guerra de Kosovo no fue legítima”, señaló Pollack. “No obstante… nadie anda por ahí clamando que la guerra de Kosovo fue ilegítima. Eso se debe a que Estados Unidos supo elaborar los argumentos para justificarla”, agregó.
Una coalición encabezada por Estados Unidos probablemente invocará una doctrina internacional conocida como Responsabilidad de Proteger, la cual establece que la comunidad internacional tiene la obligación de tomar medidas para prevenir crímenes contra la humanidad sin importar dónde ocurran, dijo Stephen Biddle, un experto en política exterior y política militar de Estados Unidos en la Universidad George Washington. Se impone cada vez más la percepción de que esa doctrina supera la necesidad de respetar la soberanía de un país.
“Los dos caminos naturales son la OTAN y la doctrina de la responsabilidad para proteger”, indicó.
La búsqueda de apoyo internacional logró impulso el martes cuando la Liga Árabe pareció respaldar la acción militar, al culpar totalmente del presunto ataque con armas químicas al régimen de Assad e instar al Consejo de Seguridad a acordar medidas “disuasivas” contra quienes cometieron “este crimen atroz”.
La exhortación, presentada en una reunión de emergencia, siguió a múltiples conversaciones entre el secretario de Estado estadounidense John Kerry e importantes homólogos árabes suyos, entre otros. El Departamento de Estado dijo que Kerry habló el lunes en dos ocasiones con el ministro de Relaciones Exteriores de Jordania y el secretario general de la Liga Árabe, así como en una ocasión con los ministros de Relaciones Exteriores de Arabia Saudí, Emiratos Árabes Unidos, Catar, Turquía y Gran Bretaña.
Kerry habló además con el secretario general de la ONU Ban Ki-moon, la jefa de la política exterior de la Unión Europea Catherine Ashton y el secretario general de la OTAN Anders Fogh Rasmussen, agregó el Departamento de Estado.
Dado el escaso apetito de los estadounidenses por zambullirse en otro conflicto en Medio Oriente, el gobierno de Obama lanza su razonamiento para atacar a Siria en términos concretos. El objetivo no sería un cambio de régimen -como en Irak_, sino castigar a Siria por sus violaciones a los tratados internacionales sobre armas químicas, dijo el vocero de la Casa Blanca, Jay Carney.
Farhan Haq, vocera de la ONU, dijo el martes que la postura de Ban Ki-moon no ha cambiado: “Nuestro enfoque está alejado de cualquier solución militar y hacia una solución diplomática”.
Pero Estados Unidos, Francia y Gran Bretaña argumentaron esta semana que ya no se justifica esperar la acción de la ONU.
El presidente francés Francois Hollande sugirió que la falta de acción hasta ahora por parte del Consejo de Seguridad para actuar está justificando un crimen internacional terrible.
“El derecho internacional debe evolucionar con los tiempos. No puede ser un pretexto para permitir que se perpetren masacres masivas”, señaló el martes Hollande. Luego invocó el reconocimiento de Francia a “la responsabilidad de proteger poblaciones civiles” que aprobó la Asamblea General de la ONU en 2005.
Obtener la participación de la OTAN no es algo seguro: la coalición militar requiere consenso para tal acción y hubo señales de renuencia. Ashton dijo que sigue siendo “extremadamente importante” el apoyo del Consejo de Seguridad para el uso de la fuerza contra Siria. Italia apoyó esa postura. Turquía indicó que participaría en una coalición internacional contra el régimen de Assad si la ONU no aplica sanciones contra Siria por el presunto uso de armas químicas.
Eso suscita la pregunta de si Estados Unidos y sus aliados, si deciden realizar un ataque militar, deberían intentar buscar la aprobación del Consejo de Seguridad. Pollack dijo que obligar a los rusos y chinos a votar por el “no” podría ayudar a persuadir a países renuentes. “Se demostraría que se intentó y quizá se aislaría a los rusos al hacer eso”, añadió. Por otro lado, si demasiados miembros del Consejo de Seguridad se unen al “no”, podría socavar la impresión de un fuerte respaldo internacional.
“Podría ser embarazoso”, apuntó Pollack.
Fuente: AP