El gobierno de Estados Unidos ofreció este jueves 15 millones de dólares por cualquier información que lleve al arresto del mandatario venezolano, Nicolás Maduro, y de 10 millones de dólares por Diosdado Cabello, el presidente de la Asamblea Nacional Constituyente (ANC) y uno de los hombres fuertes del chavismo, reporta la agencia EFE.
Además, el Ejecutivo estadounidense ofrece 10 millones por otras tres importantes figuras venezolanas: el vicepresidente económico, Tareck El Aissami; el exgeneral venezolano Hugo Carvajal, y el exjefe militar Cliver Alcalá Cordones.
Maduro es acusado de “haber participado en una asociación criminal que involucra a una organización terrorista extremadamente violenta, las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), en un esfuerzo por inundar Estados Unidos de cocaína”, declaró el fiscal general Bill Barr en una videoconferencia, al tiempo que el jefe de la diplomacia estadounidense, Mike Pompeo, anunció por su parte la recompensa.
El gobierno de EU reconoce oficialmente como presidente de Venezuela al opositor Juan Guaidó, quien fue invitado especial al informe anual de Donald Trump en el capitolio, el mes pasado.
EU ha respaldado una insistente campana para derrocar al presidente Maduro, pero Guaidó perdió el respaldo de las fuerzas opositoras y ya no tiene el control de la Asamblea Nacional, solo conserva su rol de diputado.
Acusaciones y campaña electoral en EU
El Departamento de Justicia acusó a Maduro y al líder del partido socialista Diosdado Cabello de convertir a Venezuela en un emporio criminal al servicio de narcotraficantes y terroristas; de conspirar con la guerrilla colombiana para “inundar a Estados Unidos con cocaína” y utilizar la venta de drogas “como arma contra” dicho país.
“Estimamos que entre 200 y 250 toneladas métricas de cocaína fueron sacadas de Venezuela por estas rutas. Esas 250 toneladas métricas equivalen a 30 millones de dosis letales”, declaró el departamento.
El secretario de Estado Mike Pompeo anunció que su despacho ofrecerá recompensas en efectivo de hasta 55 millones de dólares por información que lleve al arresto a fallos de culpabilidades para Maduro y cuatro de sus allegados.
Las recompensas, de hasta 15 millones de dólares para el presidente y hasta 10 millones para cada uno de los otros, se ofrecen mediante el Programa de Recompensas de la División de la Lucha Antinarcóticos, que ha pagado más de 130 millones de dólares en recompensas a cambio de información sobre 75 narcotraficantes desde que fue creado en 1986.
“Al ocupar altos cargos en el régimen de Maduro, estos individuos violaron la confianza pública al facilitar el transporte de narcóticos desde Venezuela, incluyendo el control de aeronaves que salen de una base aérea venezolana, y el control de rutas de droga por los puertos de Venezuela”, indicó Pompeo en una declaración.
Esta acción contra un mandatario en funciones prácticamente no tiene precedentes y apunta a incrementar a niveles no vistos hasta ahora las tensiones entre Washington y Caracas, en momentos que el nuevo coronavirus amenaza con colapsar el sistema de salud venezolano y una economía dependiente del petróleo afectada por años de corrupción interna y sanciones de Estados Unidos.
Analistas dijeron que las medidas sorpresivas podrían impulsar la reelección del presidente Donald Trump en el estado clave de Florida, donde ganó por un estrecho margen en 2016 y a donde han llegado venezolanos, cubanos y nicaragüenses que huyeron de regímenes autoritarios.
Sin embargo, no está claro cómo podría ayudar esto a poner fin a más de 15 meses de enfrentamientos entre Maduro y el líder opositor Juan Guaidó. Además, esto podría fragmentar la coalición de países que se han opuesto a Maduro si algunos latinoamericanos y europeos piensan que la administración de Trump se extralimitó.
“Este tipo de acción no hace nada para ayudar a una solución negociada, algo que ya es realmente difícil”, dijo Roberta Jacobson, quien se desempeñó como la principal diplomática del Departamento de Estado para América Latina hasta 2018.
Maduro, un exconductor de autobús de 57 años, se presenta a sí mismo como un ícono de la izquierda latinoamericana. Durante mucho tiempo acusó al “imperio” estadunidense de buscar cualquier excusa para tomar el control de las mayores reservas de petróleo del mundo, comparando las gestiones actuales estadunidenses con la invasión de Panamá en 1989 y la expulsión del general Manuel Noriega para enfrentar cargos de narcotráfico en Florida.
Barr y Elliott Abrams, enviado especial del Departamento de Estado para Venezuela, están a favor de adoptar una línea dura contra Maduro de igual manera que hicieron en la década de 1980 contra Noriega, cuando Barr era funcionario del Departamento de Justicia y Abrams era subsecretario de Estado para asuntos latinoamericanos.
Funcionarios estadunidenses ven otras analogías. Al igual que en ese entonces Estados Unidos acusaba a Noriega, ahora la administración de Trump acusa a Maduro y a sus comandantes militares de alojar a narcotraficantes, guerrilleros colombianos e incluso al grupo guerrillero libanés Hezbollah.
La administración acusa también a funcionarios del gobierno de Maduro y a empresarios influyentes de robarse miles de millones de dólares de las arcas públicas, particularmente dinero de la empresa petrolera PDVSA, cuya producción se ha desplomado a un nivel no visto en siete décadas.
Aun así, no será fácil iniciar un proceso contra Maduro pues por lo general los líderes nacionales, según leyes estadunidenses y el derecho internacional, son inmunes a procesos penales.
Fuente: AFP/ AP/ Agencias