La información de inteligencia que vincula al presidente sirio Bashar Assad, o a su círculo cercano, con un presunto ataque con armas químicas en el que murieron más de 100 personas no es terminante, ya que sigue habiendo dudas sobre quién controla realmente algunos de los depósitos de armas químicas de Siria y sobre si el propio Assad ordenó el ataque, dijeron funcionarios de los servicios de espionaje de Estados Unidos.
El presidente Barack Obama declaró el miércoles que inequívocamente el régimen sirio era el responsable, mientras sentaba las bases para un posible ataque militar de Estados Unidos. “Hemos llegado a la conclusión de que el gobierno sirio los llevó a cabo”, dijo Obama en una entrevista para la cadena PBS. “Y si es así, entonces necesita haber consecuencias internacionales”.
Empero, diversos funcionarios de Estados Unidos usaron la frase “no es terminante” para describir el panorama presentado por la información de inteligencia, una referencia a la insistencia del director de la CIA en 2002, George Tenet, en que la información que mostraba que Irak tenía armas de destrucción masiva era “terminante”, evaluación que resultó ser errónea.
Un reporte de la Oficina del Director de Inteligencia Nacional que esquematiza esa evidencia contra Siria está lleno de advertencias. Argumenta que las fuerzas de Assad son las probables responsables, a la vez que esboza huecos en el panorama que presenta la información de inteligencia de Estados Unidos. Comités legislativos relevantes serían informados sobre esa evidencia en una teleconferencia el jueves, dijeron funcionarios federales y asesores legislativos.
El complicado panorama de inteligencia genera dudas sobre la postura de la Casa Blanca ante el ataque del 21 de agosto contra un suburbio de Damasco bajo control rebelde, ya que existe preocupación de que el ataque pudiera vincularse después a combatientes respaldados por al-Qaida.
Funcionarios de inteligencia dijeron que no podían determinar las ubicaciones exactas de los depósitos de armas químicas de Assad, y que el mandatario sirio podría haberlas movido los últimos días ante la intensificación de la retórica de Estados Unidos.
Esa falta de certidumbre significa que una posible serie de ataques con misiles crucero por parte de Estados Unidos para socavar la infraestructura militar de Assad podría impactar en suministros ocultos de armas químicas, desencadenando un letal ataque químico accidental.
En los últimos seis meses, con el cambio del frente de guerra y la poca información satelital y personal proveniente de Siria, los espías de Estados Unidos y sus aliados han perdido el rastro a quién controla algunos de los arsenales químicos, de acuerdo con un alto funcionario de inteligencia y otros tres funcionarios de Estados Unidos informados sobre los datos de inteligencia compartidos por la Casa Blanca como argumento para atacar complejos militares de Siria.
Todos hablaron bajo condición de anonimato porque no estaban autorizados a discutir el tema de Siria públicamente.
La CIA, el Pentágono y la Oficina del Director de Inteligencia Nacional se negaron a comentar al respecto, mientras que la Casa Blanca no respondió a solicitudes de comentarios.
Fuente: AP