El gobierno de Estados Unidos está dando un paso crucial respecto a abstenerse de controlar el sistema de escritura de direcciones de internet, cumpliendo una promesa hecha en la década de 1990.
La Administración Nacional de Telecomunicaciones e Información del Departamento de Comercio dijo el jueves que apoya una propuesta de marzo para entregar el control total a una organización internacional privada. Todo lo que resta por hacer es completar algunos contratos y pruebas operacionales, lo cual se espera que esté concluido en los siguientes meses.
La organización se encarga de asuntos que incluyen la asignación de sufijos como “.com” y “.org” y la operación de los “servidores enrutadores” de internet, los directorios maestros para decir a los buscadores de la web dónde encontrar portales en línea. Sin ellos, los usuarios tendrían que aprender un conjunto de cuatro números, en lugar de “ap.org” para llegar al sitio web de The Associated Press, por ejemplo.
Este sistema ya ha sido manejado por una organización privada: la Corporación de Internet para Asignación de Nombres y Números (ICANN por sus iniciales en inglés). Pero el gobierno de Estados Unidos, que financió la mayor parte del desarrollo inicial de internet, ha mantenido el poder de veto.
Aunque el involucramiento de Estados Unidos ha sido mínimo en el transcurso de los años, muchos gobiernos extranjeros se han quejado de que internet no puede ser verdaderamente internacional si Estados Unidos mantiene poder de veto. Por ello han buscado trasladar la responsabilidad a un órgano intergubernamental, como la Unión Internacional de Telecomunicaciones de la Organización de las Naciones Unidas.
Pero líderes empresariales, académicos y de la sociedad civil pusieron obstáculos, preocupados de que el involucramiento de la ONU pudiera amenazar la apertura que ha permitido florecer a internet. También se manifestaron preocupaciones en el sentido de que el control de la ONU pudiera proporcionar a Estados autoritarios como China e Irán igualdad de voto que otras naciones y capacidad de influir en políticas que afecten la libre expresión.
Lawrence E. Strickling, secretario asistente para comunicaciones e información del Departamento de Comercio, dijo que el plan contemplado no reemplazará el papel del departamento con una solución intergubernamental o encabezada por un gobierno. Más bien, la ICANN tomará el control total después de que se creen mecanismos adicionales para resolver disputas. ICANN tiene participantes de comunidades empresariales, académicas y otras, además de gobiernos.
Algunos legisladores republicanos se oponen a que termine la supervisión de Estados Unidos, aun si es entregándola a un órgano que incluya representantes no gubernamentales. Señalaron que leyes presupuestarias actuales impiden que el Departamento de Comercio gaste dinero en estos esfuerzos. Pero la transición en sí no requiere la aprobación del Congreso.
Fuente: AP